Política

Historia de una ‘vendetta’: Errejón fraguó durante meses la conspiración contra Iglesias

Hubo quien alertó sobre los movimientos del dirigente díscolo y quien vio aparecer su marca antes de tiempo, pero el 'pablismo' ignoró las alarmas

  • Pablo Iglesias e Íñigo Errejón.

“Esto lleva fraguándose desde al menos un año. Algunos lo íbamos diciendo, pero no nos escucharon”. Un importante dirigente de Podemos no muestra dudas. El germen de la “conspiración” de Íñigo Errejón, cofundador de Podemos, contra la dirección nacional del partido viene gestándose durante mucho tiempo. Al contrario de lo que dijo la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, en su entrevista en Onda Cero, no es una decisión reciente. Es un plan estatal y Tania Sánchez tiene un papel relevante. “Sin ella, Íñigo no hace esto ni de coña”, aseguran en Podemos.

La semana trágica de Podemos comienza con el anuncio de la carta de Errejón y su dimisión el pasado lunes. En ese momento todos entienden, incluso Iglesias, que el pulso va en serio. El edificio empieza a tambalearse y las miradas vuelven al pasado: ¿Cuándo se pusieron los primeros ladrillos de esta “traición”? El origen fue hace mucho tiempo, incluso antes de Vistalegre II (febrero 2017), concretamente a finales de 2016, piensan algunos. Cuando Iglesias apartó a Tania Sánchez por avalar la apuesta errejonista, orientada a recuperar la idea nacionalpopulista y a rechazar la confluencia con Izquierda Unida. 

El papel de Tania Sánchez

“Tania está en el ajo desde el principio”, comentan voces reconocidas de la formación morada. "El gran error de Iglesias fue hacer un hueco a Tania, que se ha ido ensanchando”. Sánchez pilotó la ruptura de IU en 2014 y sobre aquellas cenizas facilitó el nacimiento de Podemos. Lo hizo tejiendo apoyos desde abajo, y lanzando una guerra que no admitió armisticios. Algo parecido a lo que estamos asistiendo ahora en Podemos. Es una dirigente navegada y experta, “gran trabajadora”, y muy hábil a nivel organizativo.

En febrero de 2017, tras la derrota de Vistalegre II, Errejón empieza a sufrir la purga pablista. Va perdiendo relevancia y poder. Aunque logra un refugio y una promesa: la candidatura a la Comunidad de Madrid de mayo de 2019. Algunos dirigentes advierten a Iglesias. Entre ellos están los fieles Rafa Mayoral y Ramón Espinar. Aseguran de que es peligroso, pero Iglesias se mantiene firme y le abre el camino al ex secretario de Análisis Estratégico. Entonces Errejón comienza a trabajar en su candidatura.

La primera M

El primer indicio que auguró lo que ocurriría nueve meses después se produjo en abril de 2018. Errejón lanza su precampaña “Si Madrid 2019” y aparece la primera M al lado de su cara, en color verde turquesa, el mismo de la coalición guiada por Carmena. Mientras, Sánchez continúa recabando apoyos en el partido, tanto en Madrid como en el resto del país.

“Hay un vídeo de hace meses en el que está Errejón que va abrazando a la masa como si fuera John Kennedy, y empieza a verse la M”, comentan algunos. Hablan los que alertaron al equipo de Iglesias. “Decíamos que ojo, este [Errejón] es capaz de hacer cualquier cosa, pero nos decían que no, que no…hasta el día antes del anuncio. Pero los de Madrid lo que estábamos percibiendo era esto”.

Un mes después, estalla la polémica del chalet que Iglesias e Irene Montero, su compañera sentimental y portavoz del partido en el Congreso, han adquirido por 600.000 euros en las afueras de Madrid. La sacudida es fuerte. Iglesias logra defenderse, pero el frente de los críticos se amplía y se une a los que siempre estuvieron en contra del pacto del botellín con Alberto Garzón, líder de IU.

La cena con Carmena

Aquí entra en juego Carmena y el núcleo de ediles (seis) de Podemos, pero contrarios a someter su futuro político al diktat de Iglesias. Las negociaciones entre Carmena e Iglesias son convulsas. La regidora exige imponer diez nombres en una lista de veinte. Iglesias pide, a cambio, el reconocimiento político de la marca Podemos: tener el número dos y más poder en el nuevo mandato. Pero la regidora y exjuez se niega. Espera hasta otoño, y en un contexto mediático más afín, anuncia que prescindirá de los partidos y lanza Más Madrid, una plataforma que ella controlará sin fisuras.

El 22 de diciembre se celebra una cena en casa de Carmena con los colaboradores de Errejón. Durante la velada la alcaldesa acaba rompiéndose el tobillo al llevar una bandeja de empanadillas. Ahí es cuando cristaliza el pacto con Errejón, aunque esta versión no convence “en absoluto” a muchos políticos de Podemos.

“Esto no se prepara en 30 días. Esta es una operación que viene fraguándose en el interno y es una operación a nivel estatal. Una operación que tiene un alcance importante. Por esto, las Mareas y Compromís están más cerca de Errejón que de Pablo. Y en Cataluña hay un sector de Podemos más cerca de Errejón. Incluso en Aragón”, relatan fuentes del partido.

De Más Madrid a Más España

Empieza a circular la idea de “Más España”, fórmula para entender el proyecto de Errejón a nivel nacional. Algunas negociaciones ya están en fase avanzada, y el núcleo errejonista ha ordenado mantener el silencio total a sus miembros. La idea es aglutinar la izquierda alternativa al PSOE, aseguran. Sobre todo después del frenazo de Podemos en las últimas elecciones andaluzas. Aunque los socialistas no se muestran preocupados: “Es la única forma que tenía Errejón para hacer lo que quería, pero no es consciente de la campaña sucia que le van a hacer. Van a dividir mucho el voto de la izquierda, pero esto nos beneficia a nosotros”, resume un dirigente socialista.

Mientras, el liderazgo de Iglesias va perdiendo fuerza. Entre algunos miembros surge una duda: que la reacción en estos años contra Errejón haya sido demasiado dura. Y sorprendentemente va sumando adeptos. Por ejemplo el de Espinar, fiel escudero de Iglesias, pero a quien el líder no brinda nunca la oportunidad de ser candidato en Madrid. Una decepción a la que contesta con la dimisión del pasado viernes. Otra sacudida para el liderazgo de Iglesias.

Las mismas dudas comienzas a dirigirse sobre la figura de Sánchez. Algunos creen que Iglesias fue ruin en su victoria: “La apartó detrás de una columna del Congreso”. Sin nada que aportar, aseguran, comenzó a urdir la ‘vendetta’ de Errejón. “Si te fijas, Tania no ha dimitido. Está en un rincón [del Congreso], marginada, pero no ha dimitido”.

Esta es la prueba de que no fue un calentón, sino una operación bien orquestada, añaden. Y el plan ahora es “aguantar todo lo que puedan”, ya que no se sabe la fecha de las elecciones a nivel estatal”. “Aguantarán todo lo que puedan porque pretenden llevarse el máximo posible de Podemos”, aunque la escisión, aseguran, es ya un hecho.

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