Más de medio millón de personas en lista de espera. Es el último dato comunicado por la Junta de Andalucía sobre la penosa realidad de la herencia recibida. El descontrol en el gobierno de Susana Díaz empieza a emerger. Quedamente. Juanma Moreno, su sucesor, no quiere hacer más ruido que el justo. No quiere movilizar al votante del PSOE que se quedó en casa en las autonómicas de diciembre. Los tremendos datos del desastre hablan por sí solos.
"Vamos a levantar alfombras y a abrir cajones", clamaba Pablo Casado durante su campaña electoral en el sur. El PP andaluz en ello anda y le saca rédito a esta 'operación limpieza' de cara a la cita con las generales. Confía en mantener al menos 20 escaños de los 23 que logró en junio de 2016. Andalucía aporta 61 diputados al Congreso. El PSOE se quedó con 20. Una misión que se antoja imposible, dado el empuje de Vox, que sólo cosechó 9.000 votos en esta cita electoral. Ahora podría llegar al medio millón. El PP va comunicando, como en un lento goteo, los desmanes de 36 años de administración socialista.
La sanidad, primero. Los barracones de las escuelas, después. Los gastos en banquetes, fiestas, prostitutas. La limpia de los 'chiringuitos de amiguetes', ya ha empezado. Lentamente. Apenas una veintena de los casi 300 contabilizados. Algunos retoques en la cúpula de Canal Sur. No se cambian 40 años en cuatro meses, apunta la gente del PP. Ni se puede ni se debe hacer, subrayan.
"No están haciendo un estropicio, que es de lo que se trata", comentan en la dirección nacional. No hay que sublevar a los cientos de miles de votantes socialistas desencantados con Susana Díaz. Se trata de hacerlos propios o intentar que no se acerquen a votar. El único factor fuera de control es el resultado que obtenga Vox. Sevilla, Córdoba, Almería, son sus puntos fuertes.
Moreno Bonilla ha tomado notable distancia con la formación verde. No se muestra demasiado beligerante contra la ley de violencia de género, ni la Memoria Histórica, ni la inmigración. Va dando largas en este asunto que el PSOE utiliza permanentemente en sus arengas. Tampoco quiere tensiones con Ciudadanos, su socio de Gobierno, que insiste en alejarse de Vox. Hay versiones que ya apuntan el 'sorpasso' de Vox sobre Ciudadanos en estas generales.
El 'núcleo irradiador'
Desde su llegada al poder, el partido de Rivera ha perdido protagonismo en Andalucía. Juan Marín es un buen 'segundo' pero apenas ha conseguido un papel de relevancia en la nueva Junta. "Esto parece un gobierno del PP", le reprocha la oposición. Moreno se frota las manos.
Está llevando a cabo un aterrizaje suave. Demasiado para lo que quizás desean algunos de sus seguidores, que miran sin disimulo hacia Abascal. Moreno entra en el territorio Vox en asuntos como los toros, el flamenco, el campo, la caza. Llega tarde, pero lo intenta. "Quizás no recuperemos a muchos pero hay que conseguir que no se nos vayan más", apuntan en sectores populares.
Casado regresa este fin de semana a la región 'reconquistada'. Estará en Sevilla y Málaga. Necesita frenar al PSOE en el que siempre ha sido su 'cortijo'. No están bien las cosas en la familia socialista. Sánchez y Díaz siguen a la greña, ahora para cerrar las listas. Menos relajados están en Adelante Andalucía (Podemos), con su líder, Teresa Rodriguez, de baja maternal, y cada vez más distanciados del 'núcleo irradiador' de Pablo Iglesias.