El presidente de ERC y cabeza de cartel a las europeas de la formación, Oriol Junqueras, ha explicado que su voluntad el próximo martes en la sesión de investidura del Congreso es saludar y hablar "con todos".
En una rueda de prensa con la ACN por vía telemática desde el centro penitenciario madrileño de Soto del Real, el exvicepresidente de la Generalitat ha afirmado que le gustaría poder saludar "a todo el mundo" y que lo hará "con respeto" y "con una sonrisa", "aunque otros" no respondan de la misma manera.
"Si por algo me caracterizo es precisamente por no halar mal de nadie, por mi actitud cordial y afable", ha añadido. Junqueras ha apuntado que no cuenta con permiso del Tribunal Supremo para mantener reuniones, aunque él estaría "encantado" de poder mantener encuentros con otras fuerzas políticas.
El cabeza de lista a las europeas de ERC no ha querido adelantar cuál será el sentido del voto de su formación de cara a la investidura de Pedro Sánchez (PSOE) como presidente del Gobierno, aunque sí se ha mostrado más especialmente crítico con un escenario, en su caso, de un Gobierno de los socialistas con Ciudadanos.
"Nosotros hemos repetido muchas veces que ni por acción ni por omisión facilitaremos un Gobierno de extrema derecha o con derechas cada vez más extremas", ha afirmado. Junqueras no ha querido ir más allá ni hacer "especulaciones" sobre la investidura.
Renunciará al acta
Por otro lado, ha confirmado que renunciará al acta de diputado al Congreso para convertirse en eurodiputado tras el 26 de mayo. El exvicepresidente catalán se reivindica como "el primer preso político" que llega al Parlamento Europeo y que es candidato de su alianza de partidos en Europa para presidir la Comisión Europea y ha defendido el mérito de lograr ser el más votado en las elecciones Europeas en Cataluña, pese a estar en prisión.
Por otro lado, el presidente de ERC ha evitado pronunciarse sobre la posibilidad de que su grupo en el Parlamento Europeo, la Alianza Libre Europea (ALE), abra la puerta a JxCat en la Eurocámara después de que el partido de Carles Puigdemont haya roto relaciones con los liberales europeos de ALDE.