Política

Los seis pasos para quitar la inmunidad a Puigdemont en el Parlamento Europeo

La tramitación del suplicatorio en la Eurocámara es similar al caso español. La votación final necesita una mayoría simple y no se permite enmiendas. El procedimiento parlamentario se extenderá varios meses, en los que el expresidente catalán podrá moverse libremente por España

  • Carles Puigdemont en una foto de archivo.

La sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre Oriol Junqueras tiene unas consecuencias que favorecen de rebote a varios de los políticos del procés huidos de la Justicia: Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí (ella sólo a partir del 31 de enero cuando se produzca el Brexit y España pase de 54 a 59 eurodiputados).

Tanto Puigdemont y Comín consiguieron el escaño en las elecciones europeas del 26-M, tal y como lo reconoció la Junta Electoral Central unos días después de los comicios, pero no vinieron a España a jurar o prometer la Constitución y recoger su acta de eurodiputado, un trámite que el TJUE ha dictaminado hoy que no es necesario para tener su condición de europarlamentario.

Por lo tanto, es previsible que ambos representantes de JxCat reclamen en los próximos días al Parlamento Europeo que les acredite como eurodiputados, momento en el que automáticamente tendrán inmunidad parlamentaria y podrán moverse libremente por España y cualquier país de la UE sin temor a ser detenidos.

En esa situación, al Tribunal Supremo sólo le quedará la opción de pedir el suplicatorio a la Eurocámara para que se les despoje de la inmunidad y puedan ser llevados ante la Justicia española para que respondan de los delitos de los que se les acusa. En el caso de Junqueras ya no es necesario pedir suplicatorio, porque ya ha sido condenado en sentencia firme.

Este procedimiento parlamentario es similar a la tramitación que se sigue en las Cortes españolas y está recogido en el artículo 9 del reglamento interno del Parlamento Europeo. Básicamente, consta de seis pasos hasta la votación final en pleno. Todo el proceso puede durar varios meses.

  1. Solicitud española. La solicitud de suspensión de la inmunidad de un eurodiputado la tiene que formular una autoridad nacional dirigida al Parlamento Europeo, en este caso el Tribunal Supremo. También existe una alternativa -la demanda de amparo de inmunidad- que la podría pedir el propio Puigdemont, pero que iniciaría antes el trámite.
  2. El presidente informa de ello. El presidente del Parlamento Europeo, en la actualidad el socialista italiano, David Sassoli, comunicaría en sesión plenaria que ha recibido el suplicatorio correspondiente y lo remitiría a la comisión parlamentaria competente para el analizar el fondo de la petición. Se trata de la Comisión de Asuntos Jurídicos.
  3. Puigdemont puede ser oído. La Comisión de Asuntos Jurídicos podrá pedir a continuación toda información o explicación que estime necesaria. Asimismo, el eurodiputado señalado en el suplicatorio tendrá la oportunidad de ser oído, ser representado por otro diputado y podrá presentar los documentos o cualquier otra prueba escrita que procedan.
  4. Informe a puerta cerrada. La citada Comisión aprobará a puerta cerrada un documento en el que recomendará al pleno de la Eurocámara como institución que apruebe o desestime el suplicatorio, es decir, que suspenda o mantenga la inmunidad del diputado en cuestión.
  5. Voto por mayoría simple. El momento decisivo llega en la sesión plenaria subsiguiente a la decisión de la Comisión de Asuntos Jurídicos. Ahí, el Parlamento tomará una decisión sobre la base de la propuesta llevada a pleno, por mayoría simple y sin posibilidad de enmiendas. Si se rechazase la propuesta, decaería el levantamiento de la inmunidad parlamentaria como en España.
  6. Se comunica la decisión. Tras someterse la cuestión a votación, el presidente Sassoli comunicará de inmediato la decisión del Parlamento Europeo al diputado interesado, así como a las autoridades competentes del Estado miembro en cuestión.

Si el expresidente catalán se encuentra fuera de territorio nacional, el Supremo volvería a cursar una orden internacional de busca y captura contra Puigdemont y se empezaría de nuevo el proceso de extradición a España mediante una euroorden.

La diferencia en ese caso es que las autoridades judiciales belgas tendrían mucho más difícil paralizar dicha extradición, al existir un mandato tan claro de una institución europea como es el Parlamento Europeo.

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