El pleno del Parlament ha aprobado este jueves el proyecto de ley de modificación de la ley del cambio climático, sobre el impuesto sobre emisiones de dióxido de carbono (CO2) de vehículos de tracción mecánica.
Lo ha aprobado con los votos a favor de JxCat, ERC, PSC-Units y los comuns, mientras que la CUP se ha abstenido y Cs y PP --y un diputado de ERC--, y el cambio ya afectará a este año a turismos, furgonetas y vehículos concebidos para el transporte de mercancías.
La iniciativa se ha debatido en el último pleno del año después de haber sido tramitada por el procedimiento de urgencia extraordinaria, y gravará las emisiones contaminantes de los vehículos, como ya preveía la ley catalana de cambio climático de 2017.
El impuesto gravará los vehículos de acuerdo a sus emisiones a la atmósfera y penalizará a los que contaminen más, y la base imponible se medirá en gramos de CO2 emitidos por kilómetro, según conste en la ficha técnica del vehículo.
Este nuevo gravamen se pone en marcha de acuerdo con las competencias de la Generalitat en materia de medio ambiente y creación de impuestos propios, después de que el Tribunal Constitucional (TC) validara el tributo tras un recurso del Gobierno central.
Dónde irá la recaudación
El Fondo Climático y al Fondo del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad recibirán a partes iguales el 100% de la recaudación de este impuesto, que se ha aprobado en un pleno marcado por la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TUE) sobre el exvicepreisente Oriol Junqueras y la del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre el presidente Quim Torra.
La del TUE dicta que Junqueras debía gozar de inmunidad desde los resultados oficiales de las elecciones europeas, en las que fue elegido eurodiputado, y el TSJC condena a una inhabilitación de 18 meses a Torra por no haber retirado una pancarta con el lazo amarillo de la Generalitat: ambas se han conocido durante el pleno, el último de este año.