Cabreo. Malestar. Preocupación. El espacio constitucionalista en Cataluña está molesto con la concentración de Ciudadanos en apoyo a la mujer agredida por retirar lazos amarillos. La marcha, a la que acudieron un millar de personas el pasado miércoles en Barcelona, fue tensa de principio a fin. Un cámara de Telemadrid resultó agredido y la dirigente del PP Dolors Montserrat fue constantemente insultada.
El partido naranja ha condenado sin paliativos la agresión al periodista. Y ha tratado de mantener la compostura ante las reiteradas preguntas de los medios. Pero de puertas para dentro también ha habido críticas, en especial por la falta de un servicio de seguridad solvente que controlase a algunos exaltados que se presentaron en la protesta. Varios de ellos son sospechosos habituales en estas concentraciones y nadie les estaba vigilando. "Ha sido como pegarnos un tiro en el pie", dicen fuentes del partido consultadas por Vozpópuli.
Las personas y grupos que integran este espacio en Cataluña se sienten vigilados con lupa cada vez que salen a la calle. La cobertura de los medios catalanes como TV3 es habitualmente desfavorable. Cualquier mínimo error o anécdota negativa se eleva rápidamente a categoría, como ha ocurrido en esta ocasión y en otras muchas en el pasado.
El PP se desmarca
Ciudadanos convocó la concentración pocas horas después de la agresión a una mujer que estaba con su familia retirando lazos amarillos. La víctima es esposa de un militante de Ciudadanos. La celeridad de la convocatoria no gustó demasiado. Si en algo insisten desde el constitucionalismo es que la organización debe de ser impecable. Nada se deja a la improvisación para evitar la manipulación independentista, que trata recurrentemente de vincular a la Cataluña no separatista con el fascismo.
Sociedad Civil Catalana y el PP acudieron a la concentración, celebrada en el parque de la Ciudadela. El PSC rechazó participar. La nula organización y la tensión latente obligaron a Albert Rivera e Inés Arrimadas a buscar una zona más alejada para hacer sus declaraciones. La portavoz del PP en el Congreso, sin embargo, se vio rodeada de un grupo de exaltados que le llamaba "puta y traidora" impunemente. La guinda fue la agresión al cámara, que ha denunciado los hechos a los Mossos.
"Había gente poco recomendable que nadie sacó. Había un mal servicio de orden o inexistente", dice alguien que ha participa habitualmente en estos actos. "Fue todo un poco raro".
Como era de esperar, el separatismo ha acusado a Ciudadanos de tensar la convivencia en Cataluña. El partido naranja ha respondido que no se van a quedar en casa. ¿Puede afectar lo ocurrido a todo el constitucionalismo? De momento, el PP se ha desmarcado de la iniciativa de Ciudadanos de retirar lazos amarillos. El líder popular, Pablo Casado, reunirá a su junta directiva en Barcelona el 8 de septiembre. Sobre los lazos, ha dicho que no quiere crear más "crispación".
SCC y lazos amarillos
Sociedad Civil Catalana, por su parte, es la plataforma transversal que agrupa a las distintas sensibilidades políticas del constitucionalismo. Suyas han sido las manifestaciones más multitudinarias a favor de la unidad de España en Barcelona. De momento, SCC no tiene prevista una nueva marcha, pero si el independentismo recupera la vía unilateral en el otoño caliente que se avecina no descarta salir a la calle.
La organización presenta este viernes una iniciativa para amparar legalmente a las personas que retiran lazos amarillos en las calles de Cataluña. Los detalles los ofrecerá el presidente de SCC, José Rosiñol, que seguramente deba responder en el acto a varias preguntas sobre la polémica concentración de esta semana.