Tras la renuncia de Manuel Moix como jefe de la Fiscalía Anticorrupción, el Gobierno está decidido a respaldar su ministro de Justicia, Rafael Catalá; y no solo del "juego político" de la oposición, que quiere estirar la crisis, también del llamado 'fuego amigo' del PP y algunos miembros del gabinete, que creen que Catalá no ha gestionado bien la crisis.
A propósito de la frase de Mariano Rajoy, ayer, pidiendo a los españoles que se ocupen de lo importante y no de "chismes", el ministro portavoz, Méndez de Vigo, la ha aprovechado este mediodía para ironizar al respecto. "Este Ministro carece de hermenéutica suficiente para interpretar que quiso decir el presidente, pero sí les digo lo que entiendo por chisme: un chisme es decir que el Gobierno no respalda al ministro de Justicia, y es un chisme falso".
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Méndez de Vigo no ha querido entrar en los motivos de la "decisión personal" de Moix de renunciar -al descubrirse que era titular con sus hermanos de una vivienda en Madrid domiciliada fiscalmente en el paraíso fiscal de Panamá-, aunque si ha considerado "llamativo" que durante toda esta semana se haya reclamado al Ejecutivo su cese.
Ha recordado que al fiscal jefe Anticorrupción le nombra el Fiscal General del Estado, y que si Mariano Rajoy dijo respaldar a Moix fue solo porque él presidente del Gobierno tiene la obligación de hacerlo con "todas las instituciones".
Lo que parece claro es que, como informó este jueves Vozpópuli, Rajoy ha dado orden de respaldar expresamente a Catalá porque ha quedado cuestionado políticamente tras este episodio y amenazado por la oposición, que pide su cabeza.
Preguntado el portavoz si el Ejecutivo sigue con su idea de poner orden a los llamados 'fiscales rebeldes' de esa Fiscalía, Méndez de Vigo ha matizado que el Gobierno no es que quiera poner orden, es que "quiere orden", que las cosas funcionen bien y con eficacia "desde la independencia del Poder Judicial".
