Convivencia, democracia y Constitución. Tres palabras inevitables por estas fechas en el Palacio de la Zarzuela. Tres palabras que protagonizarán también el mensaje navideño del Rey, en el que apelará a los valores fundamentales de la Carta Magna, que acaba de cumplir 40 años. Y una inevitable invocación a la concordia, cuando aún colea la visita de Pedro Sánchez a Quim Torra, 'la rendición de Pedralbes', y las violentas algaradas de los independentistas en todo el territorio catalán.
PP y Ciudadanos han arremetido con enorme firmeza contra el contenido y el formato de esos episodios, que culminaron este domingo con unas palabras del presidente del Gobierno a 'La Vanguardia' en las que asegura que Torra "es una persona que rehúye el conflicto". Una afirmación que ha sido tomada como una perfecta tomadura de pelo por parte de las formaciones constitucionalistas.
"Sánchez es una marioneta de los independentistas", clamó este domingo Pablo Casado desde Vitoria. En especial si se toma en consideración las palabras de la portavoz del Gobierno catalán, Elsa Artadi, quien tachó de "acuerdos menores" lo sustanciado en el Consejo de ministros de Pedralbes. Frío desprecio del 'Govern' a tanto esfuerzo de Moncloa.
Coincide también esta alocución con una campaña de hostigamiento a la Corona por parte de algunas fuerzas políticas, en especial Podemos, que promueve todo tipo de declaraciones y actividades con el objetivo de derribar la actual estructura del Estado en aras de la proclamación de la república. Un empeño al que se suman también los secesionistas, que también pretenden imponer su particular versión de una república independiente del resto de España.
Doce minutos se extendió la intervención del Monarca en la Nochebuena pasada. Se vivían momentos de enorme convulsión, dos meses después del histórico discurso real del 3 de Octubre en defensa del marco constitucional frente al golpe al Estado perpetrado por los secesionistas. "Cataluña no puede retomar el camino del enfrentamiento o la exclusión", señaló entonces el Monarca. Y reclamó "serenidad, estabilidad y respeto mutuo". Ciudadanos acababa de redondear una proeza al imponerse a los secesionistas en número de votos en aquellos comicios autonómicos. Habló el Rey entonces de "una Cataluña diversa y plural", dentro del marco de nuestra legislación.
Doce meses después, el panorama apenas se ha despejado. Pedro Sánchez ha protagonizado, hace tan sólo tres días, un episodio político sin precedentes al acudir a un encuentro con el presidente de la Generalitat en el que se pretendió transmitir la imagen de una reunión entre los altos representantes de dos Estados. La declaración conjunta, difundida en paralelo por ambos gobiernos, hacía referencia al 'conflicto' que vive Cataluña. Una bofetada al Supremo, donde se acaba de abrir la fase oral del juicio a los impulsores del 'procés' acusados de un presunto delito de rebelión o sedición.
Antesala de la Reforma
Con el discurso del Rey se cierra el capítulo de celebraciones del aniversario de nuestra ley de Leyes, "la primera que no divide a los españoles", según las palabras de Felipe VI en la solemne ceremonia celebrada el pasado día 6. El Rey subrayó ese día, en su largo discurso de celebración, la idea de la ''plena vigencia de los valores" de la Carta Magna, y su exhortación a no olvidarlos ni desvirtuarlos.
Todas las fuerzas parlamentarias, con excepción del PP, alientan la necesidad de llevar a cabo una reforma de la Constitución. Incluso el presidente del Gobierno fue más allá al plantear la posibilidad de retirarle al Rey su condición de inviolable. Dijo incluso que Felipe VI estaría de acuerdo con esta propuesta. Los distintos partidos, sin embargo, no coinciden en qué aspectos del texto constitucional requerirían una modificación. Podemos es el grupo parlamentario que con más intensidad lo reivindica, junto a los independentistas y Bildu, empeñados en borrar los cimientos de la Transición.
Es habitual que el mensaje navideño de la Corona dedique algunas referencias a la cohesión de una sociedad, que atraviesa por momentos de enorme complejidad en lo político, y exhortaciones a la unidad y a alcanzar un horizonte de mayor estabilidad económica y de pasos decididos en pro de la convivencia.