Pedro Sánchez ha reunido de forma extraordinaria a sus ministros para la reforma de las pensiones, para aprobar medidas contra la sequía o para satisfacer a Podemos con un cheque de 300 euros para las familias vulnerables. Pero en medio de la peor tragedia natural que ha vivido España, con 211 fallecidos, según las cifras provisionales, Sánchez ha optado por no reunir el Consejo de Ministros antes de hora. Manteniendo para el próximo martes, seis días después del inicio de la catástrofe, la declaración de zona gravemente afectada -lo que anteriormente se conocía como zona catastrófica- de todos aquellos municipios afectados por la DANA. Con todo lo que ello supone, como retraso en el cobro de las ayudas o el inicio de la reconstrucción.
Esta declaración abrirá la vía, para que los ciudadanos que se hayan visto afectados por las lluvias torrenciales de los últimos días, puedan solicitar las ayudas económicas necesarias para recuperar su vida cotidiana. Un trámite que, por la negativa de Pedro Sánchez a reunir a su Consejo de Ministros de forma extraordinaria, se dilatará en el tiempo más de lo que debería ser. Miles de personas lo han perdido absolutamente todo y una de sus prioridades, ahora, es encontrar una solución habitacional para vivir o un vehículo para desplazarse hasta sus lugares de trabajo.
Este tipo de ayudas, a través de los seguros contratados, el fondo de compensación de seguros o las subvenciones de las propias administraciones, serán los que se podrán pedir con la declaración de zona gravemente afectada. También permitirá a los ayuntamientos y a la Generalitat Valenciana, contratar para la reconstrucción de carreteras, líneas de telecomunicaciones o transporte o edificaciones públicas con mayor flexibilidad.
La primera vez que se usó esta herramienta, desde que existe esta figura en la ley, tras haber sustituido la figura de zona catastrófica, fue precisamente por otro temporal de lluvias el 9 de diciembre de 2016, que provocó graves inundaciones con afectación también en la Comunidad Valenciana y a las provincias andaluzas de Málaga, Huelva y Cádiz. Como el episodio de la DANA de esta semana. Además de estos territorios, en esta ocasión, también se verán beneficiados la provincia de Albacete, Murcia y Cataluña. La última vez que se usó la declaración de zona gravemente afectada, casualmente, fue tras el incendio en el barrio de Campanar de Valencia. En los últimos años, se ha usado para paliar los efectos de Filomena en Madrid o los incendios en Tenerife.
Tres comparecencias sin preguntas
El presidente del Gobierno ha realizado tres comparecencias desde que empezó la tragedia. Pero en ninguna de las tres ocasiones, ni en las dos que ha celebrado en el Palacio de la Moncloa ni en la que realizó en Valencia tras visitar el puesto de mando avanzado, ha aceptado preguntas de los medios de comunicación. En todas ellas el jefe del Ejecutivo ha soltado su mensaje de solidaridad y apoyo, repitiendo frases como "no os vamos a dejar solos", o lanzando algún dardo a las autoridades autonómicas, como ha hecho este sábado, cuando ha exclamado con miles de personas desaparecidas y otras tantas sin poder acceder a sus domicilios, que "si necesitan ayuda, que la pidan".
Rechazo a asumir el mando único
El Gobierno de Pedro Sánchez ha dejado la gestión de la crisis en manos únicamente de los gobiernos autonómicos. Pese a que la peor catástrofe natural de la historia de España ha afectado a más de una autonomía. Por lo que el Ejecutivo, de mutu propio, podría haber subido a nivel de alerta 3 y asumir el control de la situación. Aunque la versión oficial es que lo tienen que pedir las Comunidades Autónomas, ya que tienen las competencias en materia de Protección Civil transferidas, lo cierto es que no es así. Moncloa, como autoridad máxima en el Estado, puede retirar el mando a cualquier autonomía en cualquier momento. Basta con recordar lo que hizo el propio Sánchez, en pandemia, con la Comunidad de Madrid, aprobando un estado de alarma únicamente en la región para limitar los movimientos.