El ya concejal de Vox en el Ayuntamiento de Madrid Javier Ortega Smith ha tenido este sábado su primera intervención en el Consistorio tras jurar su cargo y ha avisado de que llegan al Ayuntamiento como garantes de la legalidad, para evitar que la corrupción esté en los servicios públicos y "erradicar cualquier tipo de totalitarismos y fanatismos".
Ortega Smith ha sido el primero en intervenir tras recibir José Luis Martínez Almeida el bastón de mando de manos de la hasta ahora alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, y ha comenzado sus palabras destacando que es un honor para él hacerlo bajo la presencia del retrato del Rey y presidiendo la enseña nacional.
Tras agradecer a los madrileños su apoyo, ha indicado que esto es un "ejemplo de representación, participación y responsabilidad democrática en las instituciones". "Esto es la democracia, el juego libre y la alternancia en el poder", ha lanzado, para indicar que van a ser reflejo de la "lealtad y el buen gobierno".
Así, está convencido que desde su grupo y "la inmensa mayoría" de los concejales, "por encima de diferencias legítimas sobre programas políticas, llegan para ser "los garantes, en primer lugar, del respeto y cumplimiento de la legalidad". "Venimos a someternos al dictado de la ley y no podemos aceptar que ninguna de nuestras actuaciones sean fruto de la arbitrariedad o de la imposición".
Patrimonio público
En esta línea, ha asegurado que van a ser garantes también del patrimonio público que los madrileños "han depositado" en sus manos y que "ni un solo euro" que tienen las arcas del Ayuntamiento "termine en un fin distinto que no sea el interés público de acuerdo con la legalidad".
También ha indicado que "habrá de ser un futuro donde la corrupción no tenga la más mínima cabida, donde el derroche de los recursos públicos no tenga la mera posibilidad de ser aprobada y donde la lealtad institucional a la Corona, al ordenamiento constitucional y al resto de las administraciones sea un principio básico de la actuación diaria".
Por último, el concejal ha abogado también por lograr entre todos "erradicar cualquier atisbo de totalitarismo y fanatismo del signo que sea". Ortega Smith ha acabado su discurso con un "Viva Madrid. Viva España" y ha recibido los aplausos de su grupo y alguna palmada tímida de Ciudadanos.
