El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, se han reunido en el Palacio de la Moncloa durante dos horas en las que han analizado la situación política. El objetivo era conseguir avances en las negociaciones presupuestarias.
Lo previsto era que Podemos plantease al Presidente un paquete de medidas sociales y económicas a cambio de su apoyo parlamentario durante el resto de legislatura. La idea de los morados es "cogobernar" desde el Congreso, donde Sánchez sólo tiene asegurado el respaldo de 84 diputados. Para cualquier cambio legislativo necesita a los 67 de Unidos Podemos además de a los nacionalistas vascos del PNV y a los independentistas del PDeCAT y Esquerra Republicana (ERC).
Entre las prioridades de los morados, expuestas por Iglesias en su reaparición pública tras el nacimiento de su dos hijos, estaba una regulación del mercado del alquiler para frenar la escalada de los precios; una bajada de impuestos a los autónomos; la reducción del IVA; un impuesto a la banca quiere intercambiar por un impuesto a las transacciones financieras; revalorizar las pensiones al IPC; la gratuidad del material escolar gratuito en primaria y secundaria. También pedía establecer medidas frente a lo que Iglesias considera "abusos de las eléctricas" o una ley de dependencia "eficaz" o subir el salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 1.000 euros.
La reunión supone el segundo encuentro entre ambos dirigentes políticos desde la llegada de Sánchez al poder tras el triunfo de la moción de censura. El anterior se desarrolló con un carácter "privado" a mediados de junio y trascendió días después. En aquella ocasión no hubo comparecencia de ninguno de los dos. En lo simbólico, Sánchez ha recibido a Iglesias en las escalinatas de La Moncloa, como es tradición hacer con el líder de la oposición.