Sus propuestas no son "las tablas de la ley". Así de rotundos se muestran en el equipo más próximo del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, cuando se pregunta si está dispuesto a reconsiderar algunas ideas de su proyecto político, que, junto con su Ejecutiva, será aprobado en el 39 Congreso a mediados de junio.
El resultado de las primarias del 21 de mayo y la posterior elección de los delegados a ese cónclave le garantizan a Sánchez una victoria holgada en esa cita. Además, los dirigentes territoriales del partido que no le han apoyado no dan muestras de que vayan a tener una estrategia frontal contra Sánchez en el Congreso, aunque sí hay socialistas que creen que algunos asuntos merecen plantar batalla.
Desde el entorno del secretario general se asegura que, en sus conversaciones con los ‘barones’ no se le están planteando exigencias. Le están dejando hacer, como aseguró la perdedora de las primarias, Susana Díaz, pocos días después de su derrota, un mensaje similar al que le están trasladando el resto de ‘barones’ en sus contactos telefónicos. Ya ha hablado con todos, asegura su equipo, aunque hasta el momento sólo se ha reunido con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y con el presidente de Asturias, Javier Fernández, una semana después de la votación y en su calidad de presidente de la Gestora.
Pero, una cosa es la dirección, que todos asumen que será de su total confianza, como confirman en su equipo, y otra cosa es el proyecto ideológico. Sánchez también tiene fuerza para aprobar sus enmiendas a la ponencia elaborada por la Gestora, que será revisada ahora por el ganador de las primarias, pero está abierto a transaccionar con quienes planteen propuestas diferentes. Y las habrá, porque no todos están cómodos con su proyecto.
Las consultas y las dos vueltas en primarias son innegociables para el secretario general, pero está abierto a debatir sobre otras propuestas de su modelo de partido
El modelo de partido es uno de los asuntos que más debate ha generado en estos meses, porque la propuesta de Pedro Sánchez contiene cambios sustanciales para la organización. Su equipo asegura que hay tres medidas que para el secretario general son clave, por lo que es posible que no acepte cambios, pero del resto “se puede hablar”.
En concreto, lo fundamental para el líder es la regulación de las consultas (que serán obligatorias para los acuerdos de gobierno y en caso de moción de censura a un secretario general); la introducción de la doble vuelta en las primarias (una propuesta de Patxi López que incorporó a su proyecto) y dejar claro que las dimisiones en una Ejecutiva no harán caer a una dirección.
A partir de aquí, puede haber cambio en otros asuntos, también en la regulación de las primarias, para las que Sánchez plantea cambios sustanciales que preocupan considerablemente a algunos sectores del partido. En concreto, algunos se llevan las manos a la cabeza con las primarias abiertas para elegir a los candidatos a alcaldes.
Con las normas actuales, el PSOE abre a los simpatizantes la elección de sus candidatos a la Presidencia del Gobierno, un modelo que se introdujo con Alfredo Pérez Rubalcaba y que hasta ahora no se ha puesto en marcha nunca con más de un candidato. Además, pueden votar para elegir a los cabeza de cartel en elecciones autonómicas si la Ejecutiva de la federación lo solicita, como lo hizo la valenciana para los comicios de 2014.
Pero ahora, para elegir a los candidatos a las alcaldías sólo pueden hacerse primarias en municipios de más de 20.000 habitantes y sólo con militantes, es decir, no abiertas a todos los ciudadanos que quieran participar, mediante inscripción en un censo como ‘progresistas’ y previo pago de dos euros.
Y, en sus enmiendas, Pedro Sánchez propone primarias abiertas para todas las elecciones, también las municipales y sin importar el tamaño del municipio, algo que alarma a muchos socialistas, que alertan de que, en ámbitos locales pequeños, puede ser muy fácil interferir en la elección de los candidatos, moviendo a masas de votantes, desde sectores políticos o empresariales.
Hay socialistas que ya adelantan que en el debate del día 17, defenderán que eso quede como esté, para que no se abran las primarias abiertas en los municipios pequeños y sólo se permita votar a los militantes. Lo contrario, avisan, sería una locura.
Otro apartado que genera malestar entre algunos sectores en el PSOE es el del modelo territorial: no todos comulgan con la España plurinacional que plantea Pedro Sánchez. El secretario general ha ido matizando su planteamiento desde que abogó en Salvados por reconocer a España como "una nación de naciones" y en la última versión de sus enmiendas deja claro que la reforma constitucional que plantea no afectaría al artículo 2, que habla de la "indisoluble unidad de la nación española", pero hay preocupación en algunos socialistas. Por lo pronto, el presidente de Aragón, Javier Lambán, según informa EFE, ya ha dicho que su federación planteará este debate "con serenidad y análisis".
