Pedro Sánchez será reelegido secretario general del PSOE en noviembre por aclamación. El secretario general socialista no tiene rival. El liderazgo que ejerce, potenciado por la Presidencia del Gobierno, ha laminado cualquier atisbo de contestación interna que derive en una o varias candidaturas alternativas que le disputen el control de un partido con más de 140 años de historia.
La dirección socialista considera que el proceso que catapultará de nuevo a Sánchez, sin primarias, es el de una formación que rinde el "mayor honor a la democracia interna" y que "abre a la participación de los militantes las grandes decisiones ideológicas" pese a no haber consultado la postura sobre el concierto fiscal a la medida de Cataluña que implica modificar el andamiaje constitucional de 1978.
"El PSOE solo es propiedad de sus militantes para servir a España. La única candidatura es la de Pedro Sánchez Pérez-Castejón. El precandidato tendrá que recoger los avales necesarios. La cifra es de 5.300 avales", ha explicado este lunes la portavoz, Esther Peña. Aunque la reelección del líder se hará por lectura única; lo que ha sumido a buena parte del partido en un mar de resignación.
Según ha detallado la portavoz de la ejecutiva, ya está en marcha la redacción de la ponencia marco para los debates congresuales. Y la coordinación de estos trabajos corresponde a la presidenta del partido, Cristina Narbona, al responsable de la fundación Avanza, Manuel Escudero, y la socialista vasca Idoia Mendía. "Ellos pedirán textos e informes que puedan necesitar", explican en Ferraz.
"El partido está controlado por los contratados", explica un líder territorial a este diario. Las antenas socialistas emiten en más bandas que la oficial. Y cada vez hay más indignación en las federaciones y en las casas del pueblo con el liderazgo de Pedro Sánchez, porque más allá de las prebendas al independentismo -cupo catalán incluido-, creen que está fusionándose con un partido más que centenario.
El PSOE se prepara ya para reunir en Sevilla al máximo órgano de dirección: el Congreso Federal, que se celebrará los días 29 y 30 de noviembre y 1 de diciembre, y que es el foro encargado de marcar la línea política de la organización para los próximos años. El runrún de cambios ya atraviesa al partido. Sánchez guarda en secreto los retoques que hará, pero se dan casi por descontados.
Por el momento, todo son meras especulaciones. Se comenta que puede afectar a los rostros de la comunicación del PSOE, como la portavoz de la ejecutiva, Esther Peña, quien no habría terminado de cuajar como esperaba el presidente. O a su colega en el Congreso de los Diputados, Patxi López. También se apuesta la entrada en la ejecutiva del partido del adjunto al jefe de gabinete de Presidencia, Antonio Hernando. También ha subido muchos enteros el secretario de organización, Santos Cerdán. Pero solo el presidente sabe qué piezas moverá.