Política

El núcleo duro de Pedro Sánchez espera conocer su decisión antes del lunes: "Deberían sonar los teléfonos"

El equipo más estrecho del presidente aguarda en vilo una llamada o un mensaje que les prepare para las próximas horas. "Si hay que abrir otra pantalla, se abrirá como se pueda"

  • María Jesús Montero. -

El PSOE contiene el aliento. Faltan 24 horas para que Pedro Sánchez anuncie si se mantiene al frente de la Presidencia del Gobierno o presenta su dimisión. Y su núcleo duro confía en que el líder socialista les notifique su decisión antes de que la haga pública en Moncloa. "Deberían sonar los teléfonos [entre este sábado y este domingo]", explica una fuente de su confianza.

No obstante, nadie sabe qué hará. Quienes conocen a Sánchez saben que cuando quiere no da pistas de lo que tiene en mente, como hizo cuando decidió escribir de su puño y letra la carta con la que metió la política española en el congelador y encapsularse para reflexionar si merecía la pena seguir dirigiendo el país tras la investigación judicial abierta a su mujer, Begoña Gómez.

Ni tan siquiera sus más fieles colaboradores conocen qué ocurrirá el lunes. De hecho, ni se plantean, al menos en conversación informal con la prensa, la tesitura de una hipotética dimisión. "Si hay que abrir otra pantalla, se abrirá como se pueda", explica un alto cargo del Ejecutivo. Varias fuentes gubernamentales de su círculo más próximo no transmiten optimismo y simplemente "desean" que Sánchez se incline por seguir. El gesto es literal, uno de ellos cruza los dedos al ser interrogado sobre si el comité federal de este sábado -en el que se citaron 12.500 fieles- será suficiente para convencerle.

"No tiene buena pinta"

Otra persona de su máxima confianza muestra su pesar y considera que la situación "no tiene buena pinta" con el presidente encerrado desde hace días, sin hablar con casi nadie y apenas intercambiando algunos breves mensajes con colaboradores que le escriben para saber cómo está y para darle ánimo. "No es una buena señal", apunta. Lo cierto es que el PSOE no está preparado para un final tan abrupto de su líder.

Muestra de ello es la dependencia total que exhibieron este sábado en el comité federal, con lágrimas, gritos de quédate y todo tipo de expresiones públicas de idolatría. Hace tiempo que Sánchez hizo del suyo un liderazgo vertical fuerte y sin apenas contrapesos internos en el partido. Los socialistas se miden en las urnas en Cataluña en menos de un mes. Y el 9 de junio en las elecciones europeas. Pero todo parece indicar que el presidente ha decidido anteponer su situación personal a la política.

Simpatizantes socialistas en Ferraz, este sábado.
Simpatizantes socialistas en Ferraz, este sábado.EFE / Rodrigo Jiménez.

Una de las opciones que se ha escuchado en los pasillos de la sede socialista durante el cónclave del comité federal es la posibilidad de que Pedro Sánchez, en efecto, dimita. A partir de ahí seguiría en funciones e intentaría la investidura de un nuevo dirigente socialista previa ronda de consultas del Rey. El propio Alberto Núñez Feijóo (PP) podría intentar de nuevo hacerse con las riendas. Sánchez seguiría manteniendo su escaño hasta la investidura de un nuevo presidente o presidenta. Y una vez se haya logrado, podría renunciar al acta y desaparecer. Pero todo son meras elucubraciones.

24 horas en vilo

El PSOE afronta las próximas 24 horas en vilo. Será, en efecto, el lunes "por la mañana" cuando Sánchez comparezca para anunciar su decisión. Y la sensación que atraviesa a los cuadros socialistas es que se pueden quedar sin su añorado líder. Su equipo más cercano, tanto en el partido como en Moncloa, está compungido. Incluso en estado de shock.

Quizá quien mejor ha reflejado ese sentimiento es el ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños. Su rostro durante todo el comité ha sido un poema y su mirada se ha perdido en varios momentos mientras sus compañeros han arengado a la tropa. "Estamos todos preocupados y con los sentimientos a flor de piel. Pero los suyos [en referencia a los colaboradores más estrechos del presidente] están especialmente inquietos", explica a este diario una fuente socialista presente en el cónclave federal. La sensación que ha transmitido el comité es que la familia del puño y la rosa está ante un abismo casi insalvable en caso de que su 'padre' decida hacer las maletas. "No sabemos qué pasará", insisten.

Desde el pasado miércoles, antes de que el presidente publicara la misiva, fuentes gubernamentales se afanaban en explicar que el señalamiento judicial, político y mediático a su mujer, Begoña Gómez, ha sumido a Sánchez en un abatimiento que no había vivido antes en toda su carrera política. "Está muy tocado", resumía una cercana colaboradora suya en el Consejo de Ministros tras celebrarse la sesión de control al Gobierno en el Congreso.

Ahora todas las miradas están puestas en María Jesús Montero, porque en caso de que Sánchez salga de Moncloa, ella es quien tiene más papeletas para hacerse con las riendas. No solo del Gobierno, sino del partido. La dirigente andaluza se arremangó y ejerció de lideresa in pectore este sábado. Es más, una vez finalizado el comité, la plana mayor del partido con ella a la cabeza, salió de la sede a la calle para fundirse con la militancia, a la que ha gritó, besó y saludó todo lo que el equipo de seguridad que la acompañaba le dejó.

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