El mando que Mariano Rajoy ejerce sobre su partido podría sufrir una significativa erosión si el PP pierde en octubre el Gobierno gallego y los diques de contención puestos para evitar el gran rescate se ven desbordados por los acontecimientos en las próximas semanas y meses. El ala dura no pierde oportunidad para hacerse oír, mientras José María Aznar guarda un discreto silencio.