El presidente obtuvo en noviembre del año pasado una cómoda mayoría absoluta con la que se ganó el respeto de los suyos, pero a los pocos meses sufrió un serio revés en Andalucía y tampoco consiguió llegar al Gobierno asturiano. Ahora, el examen se traslada a Galicia, la comunidad autónoma más vinculada a su liderazgo, donde la irrupción de Mario Conde y la tendencia al alza de Izquierda Unida, pueden poner en peligro la continuidad de Alberto Núñez Feijóo en su gobierno.
Fuentes del PP gallego admiten que en esta comunidad se percibe un enfado latente con los recortes decididos por el Gobierno y un malestar bastante extendido por la solución dada al problema de las ‘preferentes’. Como la disputa con la izquierda se dirime en un solo escaño de diferencia, cualquier vaticinio sobre el resultado electoral del 21 de octubre se antoja delicado. Los comicios vascos tampoco anticipan demasiadas alegrías para el PP teniendo en cuenta que la llave del Gobierno autonómico, si se cumplen los pronósticos, estará en manos del PNV o, peor todavía, de Bildu.
En este clima de incertidumbre, el ala dura del PP ha intentado pescar de nuevo en rio revuelto con motivo del ‘caso Bolinaga’ que concita la polémica surgida por la concesión del tercer grado al preso de ETA. El ex ministro del Interior Jaime Mayor, eurodiputado en Estrasburgo, aprovechó este lunes el comité ejecutivo del PP celebrado en Madrid para criticar al actual titular de la cartera, Jorge Fernández Díaz, por la forma en que ha gestionado este asunto, dando alas a la campaña orquestada por la izquierda abertzale. A esas críticas se sumó la presidenta madrileña Esperanza Aguirre, bastante debilitada políticamente desde que Alberto Ruiz Gallardón fue aupado por Rajoy al Gobierno.
Buena parte del partido se pregunta donde se coloca Aznar en el llamado 'caso Bolinaga'
Buena parte de los dirigentes del PP se preguntan estos días en qué posición se coloca el ex presidente José María Aznar en el ‘caso Bolinaga’ y en qué sentido se pronunciará en el supuesto de que las cosas se le compliquen a Rajoy en los próximos meses. Las últimas intervenciones de Aznar en clave interna han sido para pedir unidad dentro del PP, así lo hizo en el congreso de febrero y, en clave externa, para hablar en términos muy vagos de la crisis europea.
Donde el ala dura no llega, pero persisten los desencuentros es en el equipo económico. El choque protagonizado en agosto por Cristóbal Montoro y José Manuel Soria a cuenta de la reforma energética refleja un desencuentro que se extiende a otras parcelas, incluida la más inmediata relacionada con la posible solicitud a Bruselas de un segundo rescate para la deuda soberana. Un sector del Gobierno ve inevitable llamar a la puerta del Fondo de Rescate antes del 21 de octubre, fecha de las elecciones gallegas y vascas, mientras que otro, el más político, considera imprescindible ganar tiempo hasta ver como puede digerir España las decisiones que adopten el BCE y el Tribunal Constitucional alemán en la primera quincena de septiembre. Con ello, se asegura, la campaña en Galicia no se convertiría en un paseo militar inesperado e inmerecido para el socialista Patxi Vázquez.
La hipótesis de un segundo rescate deterioraría la autoridad de Rajoy dentro del PP, reconocen fuentes del partido, y conduciría, probablemente, al presidente a remodelar su equipo económico, un escenario que ha empezado ya a provocar movimientos internos dentro, incluso, del propio Gobierno.