El Sevilla se proclamó campeón de la Liga Europa este miércoles al superar en los penaltis a la Roma en la final celebrada en el Puskás Aréna de Budapest, el séptimo título del club español como dominador del palmarés del torneo. La implacable actuación de Bono bajo los palos dio la victoria al equipo. El portero marroquí consiguió parar dos penaltis decisivos en esta reñida final. Pero el guardameta no es el único responsable de la victoria. En la cabeza de todos está un nombre: José Luis Mendilibar.
El técnico vizcaíno, de 62 años, fue elegido como preparador de emergencia después de que Julen Lopetegui fuera destituido en los inicios de su cuarta temporada por el mal arranque y que su sustituto, el argentino Jorge Sampaoli, no supiera enderezar el rumbo.
Mendilibar, nada mas llegar a finales de marzo, se encontró con un equipo que había que sacar del pozo de la clasificación pero que, pese a su mala dinámica, con Sampaoli había superado al PSV Eindhoven neerlandés y al Fernerbahçe turco antes de cruzarse en cuartos de final de la Liga Europa con el Manchester United.
A la cita de la Europa League llegaba Mendilibar con una experiencia europea de dos encuentros, pues se había estrenado en julio de 2005 con el Athletic Club en la extinta Copa Intertoto, hace ahora casi 18 años, cuando, tras acabar su primera etapa en el Eibar, debutó en la campaña 2005-06 como entrenador en Primera División con el equipo bilbaíno. En ese curso, el club de la capital vizcaína fue el tercer representante de la Liga española en la Intertoto, junto al Valencia y Deportivo, después de una invitación de la UEFA tras la solicitud de la entidad vasca. El preparador, al desarrollarse este torneo en fechas veraniegas, tuvo que replantear toda la pretemporada para adaptarse a la Intertoto, en la que entró en segunda ronda y le tocó en el sorteo al CFR Cluj rumano. El estreno no fue el deseado, porque la ida se jugó en la ciudad de Cluj-Napoca el 2 de julio de 2005 y perdieron 1-0, resultado que no fueron capaces de remontar en la vuelta de San Mamés una semana después, en la que el Athletic igualó la eliminatoria (1-0) pero no pudo impedir que ésta se resolviera en una tanda de penaltis que se llevó el equipo rumano. Ese fue su fugaz paso por la que era entonces tercera competición europea,
Volviendo a este año, en esta campaña, en la que Mendilibar estaba en paro tras entrenar en la anterior al Alavés, retomó el camino continental en un partido en el que el Sevilla salió vivo de Manchester United y logró empatar (2-2) en su fase final después de que los ingleses fueran muy superiores. La vuelta en el Sánchez-Pizjuán fue diferente y el equipo de Nervión arrolló al Manchester con un 3-0 que lo metió en las semifinales, donde le esperaba otro de los históricos y potentes de Europa, el Juventus de Turín. La ida otra vez de visitante, ahora en la ciudad italiana, donde el Sevilla hizo un gran partido y llegó a la prolongación de choque con un 0-1, pero la escuadra piamontesa logró el empate en la última jugada. A la semana siguiente hubo que superar otro empate en Sevilla y esta vez fue muy complicado en un partido en que el se adelantó el Juventus, empató el Sevilla para forzar la prórroga y desniveló un tanto del argentino Erik Lamela. Y al final, lo de este miércoles frente a la Roma, ya forma parte de la historia del fútbol español.