De pequeños siempre se nos dice que lo único por lo que tenemos que luchar en la vida es por mantener nuestros sueños, nuestros principios y estar orgullosos de nuestras raíces. En la actualidad, la simplicidad manda y la modernidad impone sus normas. Pero no todos acaban sucumbiendo a lo que se conoce como el "progreso".
Así, el Ajax de Ámsterdam, uno de los grandes e históricos clubes europeos, ha decidido remar a contracorriente. Cuando la gran mayoría de clubes sucumben a la tendencia del marketing contemporáneo, simplificando sus emblemas hasta reducirlos a formas minimalistas y digitales, el Ajax anuncia un regreso sorprendente: su escudo histórico, aquel que brilló entre 1928 y 1991, volverá a su camiseta.
Este cambio, lejos de ser un simple capricho estético, encarna una declaración de principios. En su 125º aniversario, el club más laureado de los Países Bajos (sumando 65 títulos nacionales, entre ellos las 36 Eredivisie (de ahí las tres estrellas que acompañan al escudo, una por cada 10 ligas conseguidas), unos 10 trofeos internacionales y hasta cuatro Ligas de Campeones) no solo buscará conmemorar su rica historia y reflejar un legado magnífico, también apostará por ella de forma próspera: firmando un contrato eterno con las raíces de la entidad neerlandesa.
Áyax el Grande: el héroe que nunca se fue
En el centro del escudo del Ajax se encuentra Áyax el Grande, el héroe mitológico griego que da nombre al club gracias a sus hazañas durante la Guerra de Troya. Desde 1928, su figura fue el emblema que simbolizó la fuerza y la valentía del equipo. La versión clásica del escudo es un diseño detallado y ornamentado, con un grabado que muestra el perfil izquierdo del guerrero, respaldado por los colores rojiblancos del club a su derecha y por su nombre en tipografía elegante en el lateral izquierdo.
Pero en 1991, buscando un diseño más moderno, el Ajax adoptó un logo estilizado, más abstracto, que redujo la figura de Áyax a trazos simplificados. Sin embargo, la simplificación tenía un costo: perder parte del alma histórica que distinguía al Ajax. Esta decisión, aunque alineada con las tendencias de diseño del momento, dejó a muchos aficionados añorando la riqueza visual y simbólica del escudo clásico. Ahora, tras más de tres décadas, esa nostalgia será, finalmente, satisfecha.
Cambio de escudo en el Ajax para volver atrás en el tiempo | MONTAJE
Prácticamente por caridad de un año simbólico para la ciudad y para el club. Fue en 1928 cuando Ámsterdam acogió los Juegos Olímpicos, un evento que marcó un antes y un después de cara a la visibilidad internacional de los Países Bajos y que inspiró al Ajax a incorporar a Áyax como figura central en su identidad visual.
Aunque el cambio será oficial en julio de 2025, el Ayax ya ha comenzado a celebrar el regreso del escudo clásico. Este pasado domingo, en un Johan Cruyff Arena repleto, las leyendas del club neerlandés y del Real Madrid CF se enfrentaron en un partido especial que terminó con la victoria del Ajax (2-1) y hasta con jugadores icónicos cambiándose su camiseta en la mitad del encuentro, como lo hizo Clarence Seedorf, ganador de la Liga de Campeones con ambos clubes. Esta vez fue la primera en más de tres décadas que el equipo lució su antiguo emblema.
Un escudo que atemorizó Europa y amamantó a Cruyff
Aunque fue fundado en el año 1900 como uno de los grandes clubes de los Países Bajos, el Ajax de Ámsterdam consolidó su legado a partir de la profesionalización del fútbol neerlandés en 1956 con la creación de la Eredivisie. Inicialmente compartió protagonismo con equipos como el Feyenoord y el PSV Eindhoven, pero el Ajax ha dominado históricamente la liga, obteniendo la mayoría de títulos desde entonces.
Comenzó a brillar en la década de 1960, con Rinus Michels como entrenador y Johan Cruyff como su máxima estrella. Este periodo marcó el nacimiento del "fútbol total", un estilo que revolucionó el deporte. Entre 1966 y 1968, el equipo consiguió tres ligas consecutivas y su primer éxito internacional, ganando en 1962 la Copa Internacional de Fútbol a uno de sus mayores rivales, el Feyenoord. Años después, en 1969, alcanzaron su primera final de la Copa de Europa, perdiendo, no obstante, ante el AC Milan. Destellos de lo que recorrería próximamente el club.
Johan Cruyff jugando un partido con la camiseta del Ajax | REDES SOCIALES
La década de 1970 fue la más exitosa de su historia. Con figuras como Johan Neeskens, Ruud Krol o Johnny Rep, el Ajax ganó tres Copas de Europa consecutivas (1971, 1972 y 1973), incluyendo el famoso triplete en 1972. También obtuvieron la Copa Intercontinental de 1972 y la Supercopa de Europa en 1972 y 1973. Además, cabe mencionar que este mismo equipo fue la base de la "Naranja Mecánica", la célebre selección neerlandesa que alcanzó dos finales mundialistas.
Con la salida de Cruyff al FC Barcelona en 1973, el Ajax entró en un periodo de menor brillo internacional, aunque logró algunos éxitos domésticos y su primera Recopa de Europa un década después, en 1987, ahora con Cruyff al mando de los banquillos. Durante los años 80 destacaron talentos como Marco van Basten, Frank Rijkaard o Dennis Bergkamp, quienes también brillaron con la selección neerlandesa campeona de la Eurocopa celebrada en la Alemania Federal de 1988.
En los años 90, bajo el liderazgo de Louis van Gaal, el Ajax vivió un renacimiento. En 1992, ganó la Copa de la UEFA, convirtiéndose en el segundo club en conquistar las tres grandes competiciones europeas. En 1995, alcanzaron la cima al conquistar su cuarta Liga de Campeones, vengándose así del AC Milan con un gol de Patrick Kluivert. Ese año histórico para el Ajax incluyó también la conquista de la Supercopa de Europa, de la Supercopa neerlandesa y de su segunda Copa Intercontinental.
Pero desde entonces, poco aire similar se respira en el Johan Cruyff Arena. En la temporada 2018/19 muchos aficionados de 'Los hijos de los dioses' fueron testigos de un soplo de esperanza por recuperar su estatus internacional. Sin embargo, el Tottenham de Mauricio Pochettino se encargo de apearles del sueño en las semifinales de la UEFA Champions League. Era un equipo muy joven y portentoso y los demás clubes europeos no tardaron en buscarles un hueco en sus plantillas. Es más, tres años después, el Ajax solo contaría con un superviviente de aquel once.
El once inicial del Ajax para un encuentro europeo en la temporada 2018/19 | EFE
"Sin historia, no hay futuro"
Ahora, el club neerladés ha manifestado un conocido rumbo para su entidad. El fútbol, como bien señala el especialista en marketing deportivo Fábio Wolff, es único en su relación con los símbolos: “El escudo de un club es la máxima representación de una institución. Cambiarlo no es solo un asunto estético; afecta directamente la conexión emocional de los aficionados con el equipo”. Nada más que añadir.
El director del Ajax, Menno Geelen, explicó el sentido detrás de este cambio.
La historia nos ha enseñado que somos mejores cuando permanecemos fieles a nuestro ADN. Por eso, decidimos traer de vuelta este logo clásico como tributo a nuestra rica historia y como inspiración para el futuro
El mensaje es claro: para el histórico club neerlandés, la identidad no es negociable. El regreso al escudo de 1928 no es solo un gesto hacia los aficionados, sino un símbolo del compromiso del club con sus raíces. Ernst Boekhorst, presidente de la Junta Directiva, lo resumió con emoción: "El 125 aniversario es el momento perfecto para devolver este escudo a los aficionados y a nosotros mismos. Algo merecido."
La tendencia de lo retro en el mundo del fútbol
El Ajax no está solo en este movimiento de reconciliación con el pasado. En los últimos años, varios clubes europeos han optado por rescatar diseños históricos que evocan épocas doradas. Equipos como españoles como el Atlético de Madrid o el Real Valladolid, el Aston Villa inglés, el Olympique de Lyon francés e incluso el FC Barcelona -aunque solo fuera en una camiseta especial- han vuelto a lucir emblemas o elementos que conectan con la nostalgia de sus aficionados.
En una rutina tan cambiante y áspera como la del fútbol moderno, los escudos no son meros adornos. Los clubes los tratan como símbolos sagrados que condensan la identidad y el legado de un club. Cambiarlos, como lo hicieron recientemente la Juventus de Turín o el Manchester City, a menudo genera polémica, ya que los aficionados sienten que se traiciona una parte esencial de la institución. En contraste, regresar a diseños tradicionales, como el Ajax o el Atlético de Madrid, suele ser recibido como un acto de reconciliación con la memoria colectiva.
La decisión del Ajax tiene algo de subversivo: en una era donde prima la funcionalidad y la adaptación a formatos digitales, el club elige un escudo más complejo, con detalles que escapan a las líneas limpias y minimalistas que predominan hoy. Con este regreso, el Ajax no solo honra su legado; lo convierte en un faro para los desafíos que están por venir. Y mientras lo hace, recuerda al mundo que el fútbol, como la historia, no debe simplificarse; debe ser celebrado y festejado.