Tras el empate que el Manchester City logró contra el Real Madrid en el Santiago Bernabéu (1-1) en el partido de ida de las semifinales de Champions, Carlo Ancelotti y Luka Modric cargaron contra la actuación arbitral al entender que el gol de Kevin de Bruyne no debió subir al marcador porque antes, durante la jugada, el balón había rebasado la línea de banda.
La jugada arriba mencionada enfadó mucho a Carlo Ancelotti. Las protestas se tradujeron en una amonestación para el entrenador italiano, quien en declaraciones posteriores dejó constancia del malestar con el colegiado portugués.
"Me parecía que el balón salía fuera. Además, la jugada anterior era córner. El árbitro no ha estado atento. Y me ha sacado una amarilla. Le he dicho que las tarjetas se las tiene que sacar a los de dentro del campo, no a los de fuera", aclaró el italiano.