El presidente en funciones de la Comunidad de Madrid y ex número dos de Cristina Cifuentes, Ángel Garrido, quien se define como "un conservador clásico", es el candidato de continuidad propuesto por el PP para hacerse con las riendas del Gobierno regional.
Garrido se convirtió en presidente en funciones el pasado 25 de abril tras la dimisión de Cifuentes después de semanas de polémicas por las irregularidades del máster de la expresidenta en la Universidad Rey Juan Carlos y la publicación de una información en la que se le atribuía un supuesto hurto en un supermercado en 2011.
Su nombre era uno de los que sonaban entre las filas del PP para asumir las riendas de la Comunidad de Madrid hasta las próximas elecciones. Con su propuesta, el PP ha abogado por la continuidad en el Gobierno madrileño de una persona muy próxima a Cifuentes.
Mano derecha de Cifuentes
Desde que asumió su función de portavoz del Gobierno tras las elecciones regionales de 2015, Garrido (Madrid, 7 de abril de 1964) empezó a adquirir notoriedad política al convertirse en la mano derecha de Cifuentes, que entonces era una de las figuras con mayor proyección del PP.
Como portavoz, ha dado la cara en múltiples ocasiones en lugar de la hasta ahora presidenta de la Comunidad de Madrid, tanto en las ruedas de prensa posteriores a los Consejos de Gobierno (donde habitualmente aparecía solo) como en la declaraciones improvisadas ante los medios de comunicación.
Fue él quien habló en los pasillos de la Asamblea de Madrid un día después de que eldiario.es publicara la primera información sobre el máster para defender que Cifuentes obtuvo el título "conforme a la legalidad y a la normativa vigente".
También mostró su firmeza y su lealtad a Cifuentes el año pasado durante el debate de la moción de censura presentada por Podemos, cuando arremetió contra la portavoz de la formación morada en la Asamblea, Lorena Ruiz-Huerta, candidata alternativa, al calificar esta iniciativa como su "puesta de largo".
Además de ser portavoz del Gobierno regional, Garrido ejercía como consejero de Presidencia y Justicia, lo que le convertía en el segundo hombre más poderoso del Ejecutivo madrileño tras Cifuentes.
Entre sus responsabilidades destacaba también la presidencia del Canal de Isabel II en una etapa muy complicada para la empresa pública madrileña, epicentro de las investigaciones del caso Lezo por las compras supuestamente fraudulentas de empresas en América Latina durante gobiernos anteriores.
"Conservador clásico"
Ingeniero de Minas por la Universidad Politécnica de Madrid, Garrido empezó a trabajar en la empresa privada, en el sector de la logística. Su carrera política comenzó en el ámbito municipal en 1995, como concejal y portavoz del grupo popular en el madrileño municipio de Pinto.
Desde 1999 fue concejal presidente de los distritos de Villa de Vallecas (donde vivió durante años), Latina, Chamberí, Usera y Retiro, hasta su nombramiento en 2011 como presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid.
Ejerció este cargo hasta junio 2015, cuando fue elegido diputado del PP en la Asamblea de Madrid y pasó a formar parte del Gobierno de la Comunidad. A nivel orgánico, su gran salto llegó también de la mano de Cifuentes, que, al convertirse en presidenta del PP de Madrid en marzo de 2017, le nombró secretario general del partido.
Garrido rehúsa la etiqueta de liberal y prefiere denominarse como un "conservador clásico". Su entorno le define como una persona simpática y con sentido del humor, "firme" en sus decisiones y con un carácter "decidido, aunque conciliador", además de un "gran negociador" y organizador de equipos.
Divorciado y padre de tres hijos (dos niños y una niña), le gusta la música y la literatura, principalmente la poesía y, al igual que Cifuentes, tiene entre sus autores de cabecera a Jorge Luis Borges.
Aficionado a los toros y al Atlético de Madrid, Garrido es amante de la naturaleza y cuando tiene tiempo le gusta dar paseos por la sierra. Hace años se perdió en la Pedriza y tuvo que ser rescatado por el Gera de la Comunidad de Madrid (Grupo Especial de Rescate en Altura), anécdota que le recuerda de vez en cuando la que hasta ahora era su jefa directa.