El PNV se haya ante un dilema importante: si apoya el miércoles el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado 2018 va a soliviantar el sector más duro de su partido, encabezado por el líder en Guipúzcoa, Joseba Egíbar, y se levantarán en su contra Eh-Bildu y los sindicatos abertzales; pero si decide tumbar las cuentas públicas la legislatura habrá acabado y favorecerá a su particular bestia negra, Ciudadanos. la solución, el miércoles en la votación del Congreso.
Con ese panorama se reunió este lunes en Bilbao el Euskadi Buru Batzar (EBB), máximo órgano del partido, ante el que su presidente, Andoni Ortúzar, y el lendakari, Íñigo Urkullu, van a defender el mantenimiento del acuerdo con el Gobierno de Mariano Rajoy, muy favorable a los intereses vascos.
En la negociación, el PNV cerró el martes pasado enmiendas parciales que suponen una inyección adicional de 70 millones de euros hasta 2020 en el País Vasco y que se sumarían a los cerca de 500 millones que ya contemplaba el proyecto presupuestario que el Consejo de Ministros iba a mandar al Congreso en octubre, antes de estallar la crisis catalana.
Por eso, aunque el comunicado final de la reunión del EBB comienza diciendo que su objetivo "prioritario" es desactivar el 155 en Cataluña, la aprobación de ese presupuesto tiene mucha "relevancia" para el País Vasco y hasta "el último minuto" no dirán que van a votar. Eso sí, en las próximas 48 horas el PNV va a dedicar "los mejores esfuerzos" a desatascar el problema catalán.
Los nacionalistas vascos quieren desactivar como sea la 'marea' pensionista en la cual todos los lunes se dan cita en Bilbao miles de votantes suyos
La subida de las pensiones tanto como el IPC en 2018 (previsto un 1,6% antes de la escalada del precio del petróleo, puede ser más) y en 2019 es otro de los compromisos, que afecta a 13 millones de pensionistas por toda España, varios cientos de miles de ellos residentes en el País Vasco.
Ortúzar y Urkullu han presionado mucho a La Moncloa para ese alza porque quieren desactivar como sea la marea pensionista que todos los lunes cita en la plaza del Ayuntamiento de Bilbao a miles de jubilados, muchos de ellos votantes del centenario partido.
Pero, sin duda, el asunto que más va a empujar a la dirección peneuvista a dar su sí a los Presupuestos es el peligro de un adelanto de las elecciones generales que, sin duda, beneficiará a la formación de moda en el resto de España, Ciudadanos, con un discurso incendiario a ojos del PNV contra todo lo que huela a nacionalismo, empezando por el concierto y el cupo forales.
Lo dijo Ortúzar en una entrevista tras anunciar el sí presupuestario en el debate de totalidad de las cuentas públicas para 2018: "le hemos roto la cintura a Rivera", verdadero enemigo de los nacionalistas vascos.