Tono conciliador, pero mensaje contundente. Podemos quiere entrar en el Gobierno, lo exige para la “estabilidad” del país (que también es la del partido) y sin “arrogancia” por parte de nadie, ni del frente crítico interno ni de Pedro Sánchez. “El PSOE no puede caminar solo”, esta ha sido la consigna que Pablo Iglesias ha lanzado este lunes desde el cónclave del partido, el Consejo Ciudadano nacional que ha reunido a todos los cargos autonómicos, en el que el secretario general ha agitado una consulta entre las bases para resolver las dudas. Al término de la reunión, fuentes del partido han afirmado que Iglesias obtuvo la "unanimidad" para buscar un entendimiento con el PSOE.
La brecha interna se abrió pocos días después de las generales. Como adelantó Vozpópuli, un grupo heterogéneo de dirigentes locales empezó a criticar la campaña electoral elaborada desde la dirección. Acusó al partido de haber olvidado su implantación nacional y reflexionó sobre la utilidad de insistir en el mensaje del gobierno a toda costa con Sánchez cuando el próximo 26 de mayo se celebrarán unas elecciones autonómicas y europeas clave para el partido morado.
"Antes mirábamos al PSOE de frente, ahora estamos agachados", argumentaron algunos dirigentes en declaraciones en exclusivas a este diario para afirmar que el resultado electoral del 28 de abril había sido “terrible” y que Iglesias está “suplicando” a Sánchez para consolidarse internamente. “Hacemos política para conducir el cambio en este país, no para resolver la vida a Pablo e Irene”, dijeron.
Modelo valenciano o portugués
Este lunes, el consejo de coordinación de Podemos Andalucía también salió a respaldar la tesis de los críticos. La agrupación andaluza, la Comunidad que ha enviado más diputados de Podemos al Congreso, votó una resolución que plantea dar apoyo externo al gobierno de Sánchez con un programa acordado, pero no formar parte de su gabinete. El modelo a seguir sería el portugués, mientras que Iglesias aboga por el valenciano del Botanic, con ministros o altos cargos de Podemos en muchos departamentos.
“A la luz de las experiencias de gobiernos con el PSOE, así como la trayectoria de incumplimientos del propio Sánchez, entendemos que esta opción no es la mejor”, sostiene Podemos Andalucía
Para Podemos Andalucía, la única manera de salvaguardar la “independencia” del partido es huir del bipartidismo. “A la luz de las experiencias de gobiernos de fuerzas de izquierdas con el PSOE a niveles autonómicos y municipal, así como la trayectoria de incumplimientos del propio Sánchez, entendemos que esta opción no es la mejor para garantizar nuestros objetivos de transformación social”, reza la resolución de la formación liderada por Teresa Rodríguez.
Ante esa crítica y la decisión de un grupo de barones territoriales de reunirse sin avisar a la dirección Iglesias se dirigió cuando atacó la “comodidad” de quedarse a la oposición y no luchar para entrar en el gobierno. Aunque sea con una presencia "modesta", pero "para cambiar las cosas". En la “nueva etapa” que invoca Iglesias, la palabra prohibida sería “arrogancia”. Un mensaje que el secretario de Podemos dirige tanto a sus dirigentes díscolos, como al propio Sánchez, con quien se reunirá este martes en la Moncloa.
Vamos a trasladar nuestra disposición al diálogo para un gobierno con base parlamentaria amplia. Todos deberemos ceder. Sin líneas rojas, sin ultimátum ni arrogancia", lanza Iglesias a Sánchez
Al socialista ha aconsejado reflexionar sobre la necesidad de estabilidad para no repetir un ejecutivo como “el de los últimos meses”, caído por la ausencia de una mayoría sobre los Presupuestos. “Nos toca demostrar madurez, tranquilidad, firmeza en nuestra convicción y capacidad de diálogo y negociación. Porque solo un Gobierno de coalición ofrece estabilidad: un gobierno de los 123 escaños del PSOE tendría delante los 149 de la derecha”, ha afirmado.
Ejecutivo con ERC y PNV
“La iniciativa le toca al PSOE y desde mañana vamos a trasladar nuestra disposición al diálogo para un Gobierno con base parlamentaria amplia que sea estable. Todos deberemos escuchar y ceder. Sin líneas rojas, sin ultimátum ni arrogancia”, ha atacado. Y ha dado incluso un paso más, cuando ha avanzado su propuesta de gobierno de coalición con formaciones como ERC y el PNV (Iglesias ha apuntado a partidos con orígenes democristianas), para “hacer algo que es común en Europa”.
Que Iglesias vaya en serio lo demuestra su afirmación, al final de su intervención, en la que dejado caer, sin insistir con fuerza, que todas las opciones posibles, desde entrar en el Ejecutivo como apoyar solo la investidura, serán el resultado de una votación entre las bases. Iglesias sabe que hasta ahora ha ganado todas las votaciones internas. Y que la tradición demuestra que quien tiene el control de la dirección gana siempre estos tipos de referéndum.
"Unanimidad" entre los presentes
Al término de la reunión, fuentes cercanas a la dirección han afirmado que el partido aprobó por "unanimidad" buscar un gobierno de coalición con Sánchez. Y que la posición crítica se limita a los anticapitalistas de Andalucía. Cabe señalar que la facción andaluza no acudió a la reunión y que Iglesias agitó la consulta interna al finalizar su intervención, que abrió la cumbre. Aun así, otros dirigentes locales, como el secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, han subrayado a la agencia Europa Press que el resultado electoral del 28 de abril es "malo" y que hace falta "reflexionar" sobre la estrategia del partido.
Hasta el 26 de mayo es difícil que el secretario general recule en su petición, y es improbable que lo haga después. Iglesias no es un político de medias tintas. No lo ha sido hasta ahora y no cambiará en el momento que puede dar el famoso asalto a los cielos. “Tenemos que dejar algo a los historiadores”, dijo a Íñigo Errejón al acuñar la celebre expresión hace cinco años. La suerte parece estar echada.