“No entendemos qué ha pasado desde el Aquarius, ¿por qué ha decepcionado a tanta gente?”. Los diputados de Podemos ha convertido la comparecencia extraordinaria sobre la gestión del Open Arms por parte del Gobierno en funciones de Pedro Sánchez para insistir en pedir una coalición, y señalar a la vicepresidenta Carmen Calvo como responsable de los errores del Ejecutivo. La oposición, y sobre todo los populares, han atacado al PSOE, pero también a Podemos por su ejercicio de “masoquismo político”, en palabras de la portavoz Cayetana Álvarez de Toledo.
Noelia Vera, la diputada de Podemos encargada de cuestionar la actuación de Calvo, ha preferido no señalar a Sánchez y reprochar a los socialistas por, en su opinión, no poner en valor la labor de las asociaciones que rescatan a los migrantes en la mar. “Que todo eso haya acabado con una vicepresidenta del gobierno cuestionando la labor de los voluntarios, que haya acabado amenazando a la gente que está siendo testigo de las muertes en el mar, y de la dejación de la política deja mucho de desear”, ha afirmado.
Por otro lado, después de las declaraciones de Vera, los diputados Gerardo Pisarello y Enrique Santiago han pedido convertir “el compromiso” que creen existe tanto en el PSOE como en Podemos en la política migratoria “en un acuerdo programático y de gobierno”.
Mientras, la diputada Ione Belarra, fuera del hemiciclo recuperaba el intento de activar la negociación para un gobierno de coalición. La portavoz de Unidas Podemos ha pedido al presidente en funciones que "pise el acelerador de la negociación" y le ha recordado que "presionar" a los actores políticos con una amenaza electoral, "no es una buena estrategia".
Por su parte, la ministra Calvo también ha descartado usar un tono duro contra sus críticos, y sobre todo contra los “socios prioritarios” de Podemos. Calvo se ha limitado a explicar que el Open Arms "nunca, en ningún momento", pidió ir a un puerto español a pesar de que en otras tres operaciones de rescate sí que optó por el de Barcelona o Algeciras (Cádiz) pese a no ser los más cercanos.
Calvo ha añadido que quiere que la inmigración sea "ordenada y regular" y que no haga de ella un elemento de "manipulación y demagogia" que hace salir "de donde nunca debe salir el racismo, la xenofobia y los delitos de odio".