Zanjar el lunes la polémica del Yak-42, al menos en lo que al Parlamento concierne. Ese es el objetivo que se han fijado el Gobierno y el PP, que esperan que la comparecencia de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, cierre políticamente la polémica generada por el informe del Consejo de Estado sobre la tragedia que costó la vida a 62 militares españoles. La intención contraria albergan las fuerzas de la izquierda, decididas a continuar haciendo casus belli del asunto en el Congreso también a partir del lunes. Ciudadanos y PNV decidirán hacia qué lado se decanta la balanza. El PP confía en que ambos se pongan de su parte.
Será en la Diputación Permanente del Congreso donde se dirima el enfrentamiento. La presidenta del Congreso, Ana Pastor, reunirá a este órgano la semana que viene para decidir si se convoca un pleno extraordinario la siguiente -al ser enero un mes inhábil en el Parlamento tal decisión compete a la Permanente-. PSOE, Unidos Podemos, ERC y Compromís quieren que así sea: los socialistas para que Cospedal explique también desde el hemiciclo la respuesta que dará al informe del Consejo de Estado y los partidos a su izquierda para que lo haga Mariano Rajoy. El Gobierno es partidario de que la gestión del informe se trate ya exclusivamente entre Defensa y las víctimas, una vez asumido con todas sus consecuencias el texto del órgano consultivo y dado el pertinente reporte en la Comisión del ramo.
La Diputación Permanente la conforman 63 miembros, con una proporción por grupos similar a la que presenta el pleno de la Cámara. El PP tiene 23 diputados; el PSOE, 15; Unidos Podemos, 12; Ciudadanos, 6; ERC, 2; el PNV, 2; y el Grupo Mixto, 4 (de UPN, Compromís, EH Bildu y el PDECat). El partido de Rajoy necesita que Ciudadanos, PNV y UPN se unan a él para sumar mayoría absoluta en el órgano (32) y tumbar las pretensiones de la izquierda. No será fácil, pero desde el Grupo Popular se estima posible.
“Confíamos en que la comparecencia del lunes sea suficiente, todos los grupos tendrán la oportunidad de plantear las cuestiones que quieran y la ministra dará cumplidas explicaciones”, indicaban fuentes del PP este miércoles. El tema se abordó ya someramente en la reunión de la Mesa del Congreso, la mañana de ayer, pero PSOE y Podemos siguen dispuestos a pedir un pleno extraordinario sobre el Yak-42. No les vale con que Cospedal se explique en la Comisión de Defensa, cosa que hará a petición propia. El PP espera que Ciudadanos y PNV, cuyo apoyo a los Presupuestos está negociando, no se alineen con ellos.
Rivera, partidario de abstenerse
Pero no tienen sencillo conseguirlo. El líder naranja, Albert Rivera, aseguró este miércoles que no desea entrar en una “competición” sobre “cuántos plenos y cuántas comparecencias tiene que haber”, pero no se plantea vetar iniciativas de otros grupos al respecto. C’s espera “gestos” de Cospedal el lunes, empezando por medidas concretas para “resarcir a las víctimas” del Yak-42, si bien prevé dejar vía libre a quien desee forzar un pleno extraordinario con ella o con Rajoy como protagonista: “Si algún grupo quiere que [la comparecencia del Ejecutivo] se duplique, no nos vamos a oponer, pero lo importante es dar soluciones”.
El PP cree que Rivera cambiará de opinión tras escuchar a Cospedal el lunes y no descarta incluso que el PSOE ceda en su pretensión de demandar explicaciones adicionales una vez finiquitada esa sesión. Más cerca de la postura popular parece el PNV. Su portavoz parlamentario, Aitor Esteban, indicó ayer en declaraciones a RNE que lo “obligado” era una comparecencia de la ministra “cuanto antes”: “el formato es lo de menos”. Esteban cree que quien quiera sacar “los colores” al Gobierno por este tema puede hacerlo “igualmente en pleno o en comisión”.
En el lado opuesto, los partidos de izquierda pretenden que el informe sobre el Yak marque el arranque del curso parlamentario. Con las iniciativas ya mencionadas y con una más que se conoció en la tarde de ayer. Unidos Podemos registró una petición para que también acuda al Congreso el extitular de Defensa, Federico Trillo, y dé cuenta de la situación en que ha quedado tras conocerse que abandonará próximamente la embajada de Londres.
La formación morada cree que Trillo ha pedido el reingreso en el Consejo de Estado -donde es letrado por oposición- movido por "intereses personales" y para eludir "responsabilidades" por el Yak-42. En este sentido, demandan que acuda a la Comisión de Asuntos Exteriores, pues su comportamiento les lleva a pensar "que la protección, el amparo y la representación de nuestros ciudadanos y ciudadanas no haya sido su principal preocupación durante todo este periodo” en Reino Unido.