El Comité de Dirección del Partido Popular considera que el proceso independentista catalán "está sumido en una burbuja, da vueltas sobre su eje, no avanza y hay sensación de fin de siglo". Los acontecimientosvividos en torno a la sede del Palacio de Justicia catalán, con motivo de la declaraicónd e Artur Mas y dos de sus consejeras, fue analizado por la cúpula del PP en su última reunión antes del Congreso Nacional del viernes.
"Ha sido una concentración de cargos públicos" para presionar a un tribunal, comentó Pablo Casado, vicesecretario del partido, quien hace una semana se prefirió al 'proceso' con adjetivos muy duros, como 'xenófobo' y ' totalitario'. "El PP mantiene su oferta de mano tendida hacia la Generaltat, pero no encuentran respuesta. "Pretenden que incurramos en la sobreactuación para potenciar su victimismo. Ahí no nos van a encontrar", señaló Casado. Hizo suyas las palabras del minsitro de Justicia, Rafael Catalá, quien describió lo ocurrido este lunes en Barcelona como "un numerito impropio de una democracia madura", y recordó que "quien en verdad ha robado ha sido Convergencia, como se ha comprobado estos días a través de diversas actuaciones judiciales".
La 'operación diálogo' se mantiene en pie, por parte e Moncloa, aunque en el partido la vez como un noble esfuerzo de la vicepresidenta, plagado de dificultades. "Rajoy no tiene problema alguno en reunirse con Puigdemont, igual que hace con presidentes de otras comunidades. El problema es que no hay voluntad de diálogo por parte de la Generalitat", subrayó. Consideró un 'despropósito' las declaraciones de una dirigente del PSC al tachar de 'politica' la actuación judicial en torno al referendum del 9-N, y valoró positivamente la actitud que mantiene, a este respecto, el líder de los socialistas catatalanes, Miquel Iceta.
