El PP sigue trabajando para “que las urnas en Cataluña se llenen de votos y haya un gobierno constitucionalista”, según ha señalado el portavoz, Pablo Casado, y por eso se esfuerza en ‘mimar’ al PSC.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Permanente del PP, Casado ha evitado cuidadosamente criticar a Miquel Iceta y sus intentos de ‘pescar’ apoyo en el independentismo.
Para el PP, con un segundo tripartito pilotado esta vez por ERC, bien sea apoyado por el PSC o por Catalunya en Comú y la CUP, los problemas volverán a Cataluña.
Según los populares, la situación ideal es que gobiernen tras el 21-D “los constitucionalistas”, para pasar pagina a la situación tan negra que ha vivido Cataluña en los últimos años; todo lo que no sea eso, significará un problema político.
El portavoz popular no ha querido responder al expresidente de La Generalitat Carles Puigdemont, que se ha declarado dispuesto a “una nueva relación con España”.
“La relación que tiene que empezar a trabajar el señor Puigdemont es con su abogado”, ha ironizado Pablo Casado.