Las costuras del PSOE se agrietan. El presidente de la Diputación General de Aragón, Javier Lambán, ha sido el primero en iniciar las hostilidades en público ante el cariz que están tomando las negociaciones con ERC para la investidura de Pedro Sánchez.
No es el único barón socialista entre preocupado y molesto. El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, tiene previsto realizar sus propias críticas este miércoles. "Se va a entender muy bien lo que queremos decir", dicen a Vozópuli fuentes del entorno de García Page.
Lambán ha sido contundente. Y ha pedido "encontrar una salida a este diabólico laberinto en el que estamos todos atrapados, que haga innecesario el concurso de un partido tan indeseable para la gobernabilidad como es ERC".
La vía Arrimadas
El dirigente aragonés ha confiado en que Sánchez busque como alternativa a Ciudadanos. El presidente del Gobierno tiene pendiente una entrevista con la líder naranja en el Congreso, Inés Arrimadas, para la que todavía no hay fecha. Ciudadanos tiene diez escaños.
Por su parte, García Page no tiene intención de pronunciarse en los términos de Lambán. Pero si algo ha dejado claro desde el inicio de las negociaciones es que el PSOE no puede mezclar la investidura con la resolución de la crisis catalana. En su opinión, esa es una cuestión que trasciende al partido.
La líder del PSOE en Andalucía, Susana Díaz; y el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, han exhibido cierta prudencia dialéctica en el proceso que se abrió hace justo un mes. Pero ambos han marcado distancias con el independentismo catalán. Y nadie descarta que se unan al coro de críticas que ahora lideran Lambán y Page.
Detrás de ellos hay un buen número de cuadros medios y exdirigentes del PSOE que rechazan abiertamente el acuerdo con ERC y la coalición con Pablo Iglesias. Y no han gustado nada las declaraciones del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, hablando de que hay al menos ocho naciones en España. "Fuimos a segundas elecciones para evitar precisamente ese pacto", sostienen.
Sin embargo, lo que está pasando es justamente lo contrario de lo que pedía García Page. Así ha quedado por escrito en el comunicado conjunto de PSOE y ERC tras su tercera reunión oficial este martes en Barcelona. Los dos partidos han reconocido a la Generalitat y el Gobierno central como interlocutores para la resolución del "conflicto político" catalán. El PSOE y el propio PSC reclamaban la dimisión del presidente catalán, Quim Torra, hace sólo unas semanas. Y ahora Sánchez, según parece, se sentará frente a él para negociar.
"Constatamos avances en la definición de los instrumentos necesarios para encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña, que deseamos abordar desde el respeto y el reconocimiento institucional mutuo", decía el documento de PSOE y ERC.
No se ha fijado fecha para un cuarto encuentro, pero fuentes socialistas y republicanas han admitido que el diálogo sigue. Con la ronda de consultas del Rey en marcha, crece la sensación de que la investidura de Sánchez antes de Navidad se complica y que quizá enero es una opción más factible.
Aviso de los socios regionalistas
Mientras el PSOE avanza con ERC, los socios regionalistas minoritarios han lanzado un primer aviso a Sánchez tras reunirse con Felipe VI. Es el caso de Teruel Existe, que ha recordado que su posición en la investidura es no bloquear la formación de Gobierno, pero que su 'sí' dependerá del compromiso del presidente con las inversiones provinciales que reclaman.
En la misma línea, quizá más contundente, ha estado el diputado del Partido Regionalista Cántabro (PRC). José María Mazón ha dicho que su compromiso es apoyar a Sánchez, pero ha advertido de que no aceptará que los socialistas negocien con Esquerra Republicana sobre indultos, referendos de autodeterminación o "presos políticos".
Otra de las exigencias, al menos de parte de estos partidos, es constituirse como grupo parlamentario propio. Este grupo regionalista estaría formado por Teruel Existe, PRC, Coalición Canaria y Navarra Suma. El diputado de Teruel Existe Tomás Guitarte ha vinculado su apoyo a la investidura a que la Mesa del Congreso, con mayoría de PSOE y Unidas Podemos, apruebe este grupo.