La crisis abierta en el PSOE de Cantabria no deja de crecer y la dirección federal ha decidido tomar cartas en el asunto para intentar rebajar la tensión y favorecer un acuerdo entre el nuevo secretario general, el 'pedrista' Pablo Zuloaga, y su antecesora, Eva Díaz Tezanos, 'número dos' del Gobierno que los socialistas tienen en coalición con el PRC de Miguel Ángel Revilla. Según han confirmado a este periódico fuentes socialistas, este viernes se han desplazado a Santander la vicesecretaria general del partido, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, José Luis Ábalos.
El resultado de las primarias del pasado 16 de julio llevaron a los socialistas cántabros a la primera bicefalia de esta etapa del partido. El candidato del 'pedrismo' se impuso por un margen de 167 votos (1.267 frente a 1.100) a la entonces secretaria general, que había apoyado a Sánchez hasta el dramático Comité Federal del 1 de octubre, y que, desde entonces, había optado por la neutralidad en el tablero federal.
Y la coexistencia no marcha. Después de ganar, Zuloaga pidió a Tezanos cambios "de segundo nivel" en las consejerías socialistas y la vicepresidenta lo rechazó, argumentando que los equipos "funcionan perfectamente". Después, en una entrevista en el Diario Montañés, la vicepresidenta cargó contra el nuevo secretario general por la “irresponsabilidad” que, en su opinión, supone “trasladar al Gobierno y al resto de instituciones la fractura y la división interna” del partido y avisó de que no descarta presentarse a las primarias de 2019 para ser candidata a las elecciones regionales.
El desencuentro continúo y el nuevo secretario general lanzó un aviso ya no sólo a altos cargos, sino a dos de los cuatro consejeros: Tezanos y su consejero de Educación, Ramón Ruiz. De hecho, fuentes socialistas de esta federación aseguran que quiere el cese de Ruiz. Desde su entorno, se defiende la necesidad de trasladar a todas las instituciones los "tiempos nuevos" del partido, mientras que el sector de la vicepresidenta acusa a los 'pedristas' de provocar inestabilidad en el Ejecutivo y de estar más interesados en los sillones que en las políticas.
Ante esta situación, Ferraz ha decidido implicarse directamente, aunque esta semana ya había lanzado un mensaje. Lo hizo la presidenta del partido, Cristina Narbona, quien advirtió el pasado miércoles en Santander, de que la nueva dirección de la federación debe poder desarrollar el proyecto con el que ganó las primarias y quienes ocupan las instituciones, seguir esa línea. Es decir, que el poder de decisión lo tiene ahora en el nuevo líder.
Sin embargo, también defendió la necesidad de buscar un acuerdo y es a lo que parece que se aplica ahora la dirección federal. La número dos del partido y el número tres han viajado a Santander, donde, según las fuentes consultadas, tenían previsto mantener conversaciones con los implicados en el conflicto. Algunas fuentes de la dirección apuntan que el objetivo fundamental es favorecer un entendimiento y que, aunque consideran que el nuevo líder es el encargado de diseñar el proyecto político en la región, también hay que "delimitar" hasta dónde puede llegar esto en la estructura del Gobierno socialista.
Revilla está "al margen"
Mientras tanto, fuentes del entorno del presidente Revilla aseguran que está completamente "al margen" de esta crisis y aseguran que nadie le ha trasladado ninguna petición de ceses. Y apuntan que los temas internos de los partidos deben resolverse en su ámbito interno y no deberían trasladarse a la gobernabilidad.
Eso sí, no se descarta que pueda mantener una conversación este fin de semana con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la que estaría encima de la mesa la situación de la región. Revilla viajará este fin de semana a Madrid para asistir a una tertulia en La Sexta y, aprovechando la ocasión, podría haber un encuentro entre ambos dirigentes, aunque, según las fuentes consultadas, no se ha cerrado.