El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha apelado este sábado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; al líder del PP, Pablo Casado, y al líder de Cs, Albert Rivera, y les ha reclamado que tengan "valentía y coraje" para sentarse a dialogar donde haga falta y dejar atrás la etapa de un Estado español que el propio Puigdemont ha calificado de "aparato de propaganda".
Al intervenir por videoconferencia en la presentación de las candidaturas de JxCat a las generales, municipales y europeas, ha asegurado que hablar es "la valentía de los demócratas", y les ha pedido que dejen de bloquear Cataluña y de perseguir a los catalanes que no piensen como ellos, en sus palabras.
El expresidente, que ha intervenido desde Waterloo acompañado por el exconseller Lluís Puig y el candidato de JxCat al Senado Josep Maria Matamala, augura que JxCat tendrá grupo propio en el Congreso y que defenderá sus intereses "con voz respetuosa y sin palabras gruesas".
Bloqueo y propaganda
Puigdemont ha definido al Estado como "un poderoso aparato de bloqueo y de propaganda", y ha pedido que durante la campaña se explique bien que ese bloqueo, según él, perjudica a todos los catalanes y a las inversiones en Cataluña, a pesar de que los datos muestran una caída general de la inversiones coincidente precisamente con el 'procés' y que el actual Gobierno ha propuesto privilegiar a la comunidad catalana frente a las demás.
"La principal herramienta de bloqueo en las vidas de los catalanes se llama Estado español", ha insistido, y ha acusado al Gobierno de levantarse de la negociación cuando no quiere escuchar ni dar explicaciones.
Se ha preguntado cómo es posible que en Alemania los tribunales consideren "que el 1 de octubre fue un acto de libertad de expresión, y el Estado español diga que es un acto de rebelión", y ha destacado que hay una gran distancia entre ambas democracias europeas.
"A los que han participado de este bloqueo del 155 les debemos decir que el 28 de abril se ha acabado de bloquear, de amenazarnos; que eso no es el tren de la bruja", y ha definido la democracia como un recorrido de esperanza.