El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha criticado este viernes los escritos de acusación de la Fiscalía y la Abogacía General del Estado y ha proclamado: "Ha llegado la hora de pasar de la indignación a la acción".
Lo ha dicho en un acto de apoyo a los presos frente a la cárcel de Lledoners (Barcelona) a través de una carta que ha leído su hermana, una misiva que también han firmado los exconsellers del Govern que residen en el extranjero: Toni Comín, Meritxell Serret, Clara Ponsatí y Lluís Puig.
Puigdemont, que no ha precisado que supone pasar a la acción, ha expresado sus total apoyo a los presos soberanistas: "Vuestro sacrificio no será en vano, será el precio de nuestra libertad. Lo que será inútil será la represión del Estado".
El presidente catalán ha destacado que, pese a la situación de los presos, estos no han renunciado a sus ideales ni convicciones, y ha asegurado que también hay una mayoría de catalanes que mantiene sus convicciones a favor de una república catalana.
Ha insistido en que ni él ni el resto de consellers de su Govern cometieron ningún delito al convocar el referéndum del 1 de octubre, y ha concluido que el problema reside en la falta de talante del Estado: "El franquismo aun está muy vivo".