Suma y sigue en el sainete. Puigdemont mantiene su personalismo sobre la supervivencia de la autonomía catalana y pretende reformar la ley 13/2008, del 5 de noviembre, de la presidencia de la Generalitat y del Govern para crear un Consell de la República que él mismo presidiría desde Bruselas, según adelanta La Vanguardia. Con este movimiento, él se proclamaría president de la Generalitat y nombraría un Govern en Cataluña que gestionaría sus órdenes a 1.250 kilómetros de distancia.
Con esta fórmula, existirían dos gobiernos. El Consell de la República que encabezaría Puigdemont desde Bélgica y, por otro lado, el Govern de la Generalitat, a las órdenes del político prófugo de la justicia. Con este paso pretenden dejar claro que Carles Puigdemont sería el único president a pesar de que evitarían pasar por el Pleno de Investidura.
Esta ocurrencia, que requiere de la reforma de la ley de presidencia de la Generalitat por parte del Parlament, obtendría con toda seguridad el bloqueo del Tribunal Constitucional ya que se salta el paso que todas las democracias asumen de votar en Pleno la investidura de su presidente.
