Mariano Rajoy puso sobre la mesa los presupuestos de 2018, en fase de negociación. Íñigo Urkullu sacó su lista de peticiones en forma de su plan de Gobierno con el PSE. Sin luz ni taquígrafos. En secreto, como es habitual. El entendimiento entre ambos dirigentes avanza, sin sobresaltos. La cita entre Rajoy y Urkullu se desarrolló en secreto, como es costumbre.
En el último cara a cara, el jefe del Gobierno vasco le adelantó el plan de desarme de ETA. En este sexto encuentro, Rajoy cortejó a su anfitrión para lograr su apoyo en los presupuestos, lo que le permitirá mantenerse en el poder hasta 2019. Un blindaje en el que se suman Ciudadanos y los diputados canarios contra las tentaciones socialistas en forma de moción de censura.
Esta reunión había sido solicitada hace meses por el lehendakari. Un encuentro, desvelado por El Correo, sobre el que ninguna de la dos partes ha efectuado comentarios. Moncloa ni siquiera quiso confirmar la conversación. Urkullu necesita constatar la "voluntad política" por parte del Ejecutivo central para propiciar "una relación fluída y bilateral". Es decir, para aprobar las cuentas el año próximo. Fuentes nacionalistas señalan que la conversación resultó muy positiva. Rajoy
Las relaciones entre el Gobierno central y el del País Vasco funcionan en forma razonable y sin sobresaltos. La vicepresidenta Sáenz de Santamaría aprovechó un desplazamiento al País Vasco la semana pasada para poner al PNV como ejemplo de sensatez , el nacionalismo que negocia, que pacta y que dialoga, frente a la deriva secesionista de Carles Puigdemont. Rajoy tampoco ha ahorrado elogios en público hacia el Ejecutivo vasco.
El despacho en la Moncloa se concreta en el momento más agitado de la sublevación de los independentistas catalanes, decididos a sacar adelante su plebiscito ilegal pese a las advertencias de los tribunales y del propio Gobierno. Urkullu y Puigdemont también se vieron hace unas semanas. Los secesionistas catalanes pretenden el apoyo del PNV, que guarda las distancias con la deriva catalana.
El apoyo más fiable
El jefe del Ejecutivo vasco le trasladó por carta a Rajoy, el pasado 28 de junio, la necesidad de que se abra a debatir sobre el modelo de Estado y una posible reforma territorial. El PNV ha aprobado el techo de gasto del Gobierno para el próximo curso y se dispone a hacer lo propio con los presupuestos de 2018, según los comentarios que emanan en el PP y que no se desmienten en el PNV. Esta vez pretende unas contrapartidas que van más allá de las estrictamente económicas. El Ejecutivo vasco habla de gestión de la Seguridad Social y de asumir competencias en materia de prisiones. La semana última Cristóbal Montoro suscribió con su homólogo vasco el acuerdo sobre el cupo vasco para los próximos cinco años. El PNV empieza a convertirse en el apoyo más fiable e imprescindible del PP.
El referéndum separatista de Puigdemont ha tenido un papel relevante en el encuentro entre Rajoy y el lehendakari. El presidente del Gobierno sabe que en este asunto le resultará muy difícil recabar apoyos de los nacionalistas vascos en el caso de que el Estado tenga que tomar decisiones drásticas.