La plana mayor del Partido Popular, con Mariano Rajoy al frente, desembarca en Cataluña los días 16 y 17 de septiembre, en plena vorágine secesionista. Génova ha diseñado con precisión el calendario y el lugar de su Escuela de Verano este año. Una semana después de la Diada y a dos semanas del referéndum separatista.
El programa de estos cursos está aún por definir, aunque ha trascendido que tomarán parte tanto algunos dirigentes regionales como los primeros espadas del partido, en una muestra activa de la presencia de los populares en esa región. Hace dos años, el PP eligió Castelldefels como sede del cónclave, justo en vísperas de las elecciones autonómicas que forzaron posteriormente la renuncia de Artur Mas a la presidencia de la Generalitat.
Prioridad absoluta
Rajoy ha dado instrucciones a sus equipos, tanto del partido como del Gobierno, de intensificar sus desplazamientos hacia Cataluña a lo largo de estas semanas previas a la fecha señalada para el plebiscito. Encarrilada la recuperación económica, con datos muy satisfactorios al cierre de la temporada, el 'problema catalán' pasa a convertirse en prioridad absoluta para el PP.
"Una parte de nuestra militancia en Cataluña se queja del abandono por parte de la dirección nacional", comenta un dirigente del PP en Cataluña. Rajoy quiere despejar esta imagen, y al tiempo, pretende engrasar la maquinaria de su estructura en Cataluña en caso de que, finalmente, Carles Puigdemont opte por convocar elecciones para el primer trimestre del próximo año.
Miedo a la cárcel
En el PP se insiste con firmeza en que la consulta no tendrá lugar, "no será otro 9N". En la Generalitat no se advierten síntomas de titubeo. Puigdemont declara a medios informativos internacionales que no le tiene miedo a la cárcel y susurra en una cena en Madrid, que 'las urnas ya se han comprado'. Los secesionistas proyectan intensificar su agenda de movilizaciones por toda la región de aquí al 1-0 para mantener viva la llama de la reivindicación. Las asociaciones cívicas, ANC y Omnium, que cuentan con importante financiación pública, preparan también una Diada 'potente', que actuará como la rampa de lanzamiento de la jornada del plebiscito.
El PP acude a Cataluña en unas fechas en las que pueden haberse producido ya algunos movimientos en el Parlament, en especial la aprobación de la ley del referéndum, por la vía 'exprés', y, desde luego, la propia convocatoria oficial de la consulta. "Un septiembre de vértigo", señalan en fuentes del PP catalán. "Tenemos que estar aquí, tenemos que estar fríos y tenemos que estar firmes", añade. "No puede ocurrir otro 9-N, resultaría desastroso para Cataluña y para España".