"Mi idea, a fecha de hoy, es intentar repetir de candidato, aunque tiene que querer mi partido. Vamos a ver cómo evolucionan las cosas, pero yo, desde luego, lo intentaré". Ese "a fecha de hoy" por parte de Mariano Rajoy en una entrevista a primera hora del miércoles corre como la pólvora en un PP que contiene la respiración ante el mal momento que vive, atropellado por Ciudadanos en las recientes elecciones catalanas y con un incierto futuro por delante.
Nunca hasta ayer el presidente del Gobierno -y del partido desde hace 14 años- había abierto tan nítidamente la puerta a que en las próximas elecciones generales haya otro cartel electoral a La Moncloa. Cierto que España atraviesa un ciclo de crecimiento pero no lo es menos que la profunda crisis de Cataluña lo amenaza porque paraliza al gabinete; empezando por no poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado 2018 porque el PNV no los apoyará mientras no decaiga la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña.
Eso, unido a una sensación de desánimo en una organización que no para de ver cómo se le acumulan los escándalos -ahora el exsecretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, apunta a Francisco Camps como cerebro de la caja B en la Comunidad Valenciana-, y que no para de recibir malas noticias demoscópicas en forma de sorpasso de Albert Rivera, abona la idea de que Rajoy empieza a ser historia.
Le diría al presidente mírate al espejo y respóndete a tí mismo", le dijo ya en 2015 el castellano leonés Juan Vicente Herrera
Él insistió ayer: lo tiene "ver el partido, ver cómo evolucionan las cosas y en la medida en vaya viendo cómo se producen los acontecimientos, intentaré repetir", pero la propia reflexión indica que empiezan a hacerle mella dudas que hasta ahora solo se atrevían a airear barones de peso como Juan Vicente Herrera, presidente de Castilla y León -"Le diría al presidente mírate al espejo y respóndete a ti mismo", dijo ya en 2015-, y en menor medida el gallego Alberto Núñez Feijóo.
En los pasillos de las organizaciones territoriales populares se leía ayer el "a fecha de hoy" del presidente del Gobierno como un parteaguas, un aldabonazo para que el PP "empiece a pensar en un futuro sin él, sin prisa", señala una fuente a Vozpópuli. Lo que no era "normal", añade esta fuente, es que tras perder en Cataluña por 36 diputados a 4, en la primera reunión de la Junta Directiva Nacional, hace diez días, nadie tomara la palabra al final del discurso del presidente.
Ni Feijóo ni Herrera asistieron a esa junta, tampoco el presidente del PP vasco, Alfonso Alonso; sí el resto de barones, con la secretaria general y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, al lado del líder como miembro de la dirección nacional, y su principal rival en estos seis años de gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
El 'ascenso' de Ayllón a director de gabinete de Rajoy es interpretado internamente como un retorno de Soraya Sáenz de Santamaría a la 'quiniela' sucesoria tras el fiasco del Gobierno en Cataluña
Ambas, igual que Feijóo están en todas las quinielas para suceder a Rajoy, tema tabú en una organización acostumbrada al silencio y, por ello, obligada a mirar con lupa cualquier movimiento. Por eso, no ha pasado desapercibido ni en Génova ni en ninguna territorial que Sáenz de Santamaría haya logrado colocar como director de gabinete del presidente, en sustitución de Jorge Moragas, al hasta ahora secretario de Estado con las Cortes, José Luis Ayllón, un sorayo pata negra.
En la medida en que Ayllón es uno de los arquitectos de la estrategia del Gobierno en Cataluña, muy criticada por Cospedal y los barones por haber dejado llegar las cosas demasiado lejos, la lectura que hace más de un dirigente es que, lejos de estar políticamente muerta, Sáenz de Santamaría "ahí sigue" con vistas a la sucesión.
Por eso, se espera internamente con cierta expectación lo que pueda decir este lunes el presidente de la Xunta de Galicia en un desayuno informativo. Aunque el eterno delfin Feijóo acostumbra a ser hermético, sus palabras se van a leer con más atención si cabe tras lo dicho por Rajoy este miércoles y tras haber declarado él a La Razón el pasado domingo "el presidente del PP no hará ninguna propuesta que perjudique a su partido", a lo cual añadía: "y tiene todo el derecho a presentarse".