Mariano Rajoy evitó pronunciarse sobre la existencia de conversaciones 'discretas' en Cataluña, desveladas el fin de semana por el delegado del Gobierno. "Siempre estoy dispuesto a hablar de los problemas de los catalanes, sobre cómo incumplir la ley o sobre la manera de liquidar la soberanía nacional", respondió en la rueda de prensa conjunta durante en encuentro hispano-francés celebrado este lunes en Málaga. "La conferencia de presidentes, en la que se echó de menos a algunos, se concentró en los asuntos que le interesa y le afecta a la gente".
El presidente del Gobierno, en un tono firme, insistió en algunos puntos que ya había anunciado en el Congreso Nacional de su partido. Sobre la Generalitat recordó que "las instituciones deben representar al cien por cien de los ciudadanos, al servicio del conjunto de la gente y no del radicalismo", como ocurre ahora. "No se puede dejar el Gobierno catalán" en esas manos, es malo para la salud democrática". Y sentenció que "en estos cinco años se ha dividido a la sociedad catalana, ha creado enfrentamientos y no han aportado nada bueno"
Pese a ser preguntado dos veces, nada dijo sobre la agenda de la vicepresidenta en Cataluña. Mantuvo su teoría de la mano tendida al diálogo, sin concretar la fórmula ni especificar si piensa concretar la entrevista pendiente con el presidente de la Generalitat.