El Partido Popular recupera aliento en sus sondeos internos, que le sitúan por encima de los cien escaños y a apenas cuatro puntos del PSOE. Una reacción que asesores de Pablo Casado atribuyen en gran parte al 'efecto Tezanos', esto es, al último barómetro del CIS que colocaba a Pedro Sánchez por encima de los 33 puntos, más del doble que la suma del PP y Ciudadanos juntos.
Tezanos parece haberse pasado de equipo, ahora juega contra los suyos, comentan en las referidas fuentes del PP. La incontestable victoria para el PSOE que predecía el último barómetro del CIS, con una ventaja desorbitada sobre su más directo rival, está provocando un efecto desmovilizador en las filas socialistas. "Buena parte de votante del PSOE está ya convencido de que ganará por goleada, como si fuera el Barça", apuntan estas fuentes. Sánchez tendrá que agitar mucho el espantajo del trío de la derecha para inquietar a su electorado, que ya da las generales por ganadas.
En el PP se observa un paulatino crecimiento en los sondeos internos desde la manifestación de Colón
Exactamente se produce el efecto contrario en el PP, donde se observa un paulatino crecimiento en los sondeos internos desde la manifestación de Colón. Ese episodio significó el principio de una notable recuperación de los populares, mientras que, sin embargo, se percibe un estancamiento de Ciudadanos. El PP remonta en los estudios propios desde aquella magna concentración en repudio a los acuerdos de Sánchez con los separatistas.
Desconcertante intervención televisiva
Este crecimiento se ha visto acentuado esta semana, tras el 'bombazo Tezanos', que ya da por ganada la contienda electoral. El PP lo ha recibido con obligadas críticas a la manipulación descarada del sondeo, pero intramuros de Génova se ha detectado que este CIS descontrolado actúa como un propulsor en el centroderecha y, en especial, de los populares.
De ahí que el propio Tezanos se vio impelido a acudir a un plató de TVE para animar a la movilización de la izquierda. Su barómetro ha ejercido un efecto abrasivo en la izquierda y hasta en las propias filas del PSOE, donde no se concibe el hecho de que el director del CIS se dedique a actuar como un agitador de voluntades en pro de su partido.
Los populares dan por hecho que Pedro Sánchez seguirá instrumentalizando las instituciones a su favor, como ha hecho hasta ahora. Ni su política del decretazo, ni la financiación de sus propuestas supuestamente sociales, ni la manipulación de los medios de comunicación públicos ejercen un efecto demasiado pernicioso en su nicho de votantes. El CIS, por lo que se está detectando, es otra cosa. La ira contra las tres derechas queda aplacada, y hasta adormecida, en la confianza de una victoria asegurada.