El Rey recibe en audiencia a la Junta Directiva de la Comisión Islámica de España, en un gesto hacia este sector de la población que representa a un amplio sector de esa población que vive en nuestro país. El encuentro con los representantes de la colectividad islámica estaba programado desde tiempo atrás pero coincide con la tormenta producida con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y sus primeras medidas de choque para atajar el terrorismo islamista.
La Comisión Islámica de España tiene sus raíces en 1980, al agruparse diferentes asociaciones residentes en nuestro país. De acuerdo con las cifras que manejan, casi dos millones de musulmanes viven en España, lo que representa algo más de un tres por ciento de la población. Se trata de inmigrantes procedentes fundamentalmente del Magreb y que llegaron a España hace ya años.
El velo y la religión
Esta Comisión se ha pronunciado si ambages a la hora de denunciar los atentados terroristas perpetrados estos últimos tiempos en Europa y ha levantado la voz contra todo tipo de violencia criminal provocada por activistas del ISIS. También ha solicitado al Gobierno español la incorporación de clases de religión islámica en el plan de estudios en los colegios españoles y se ha pronunciado abiertamente por la no prohibición del uso del velo en las mujeres en lugares y locales públicos, incluidas las fotografías del DNI, “al igual que ocurre con las religiosas católicas”.
Esta audiencia se entiende como un gesto de afecto de la Corona hacia el mundo islámico radicado en España, muy inquieto por el eco de las repercusiones de las decisiones de Washington en todo el mundo. Don Felipe viajó hace unos días a Riad donde fue recibido con todos los honores por la monarquía saudí, con la que su padre mantenía estrechos lazos de amistad.
El Rey se ha pronunciado asimismo sobre el nuevo Gobierno de los Estados Unidos, con quien aspira a mantener “una relación con el mismo nivel de excelencia” que lo ha hecho hasta ahora con la Administración de Obama. El Gobierno español, por su parte, se muestra muy prudente a la hora de definirse sobre las medidas que está poniendo en práctica Trump. Mariano Rajoy declaró que “no me gustan las fronteras”, pero ha transmitido la necesidad de actuar con prudencia sobre estos primeros pasos de Washington. El ministro español de Exteriores insiste asimismo en que “los Estados Unidos son un socio preferente” para nuestro país. Mientras en el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, calificó a Trump de “amenaza para Europa”, los gobiernos de la UE se muestran mucho más discretos a la hora de definirse.