Política

Rivera quiere dejar el mando de Ciudadanos al tándem Arrimadas-Villacís

En la formación naranja se da por hecho que el presidente de Cs se apartará de la carrera tras la convocatoria de un Congreso extraordinario. Empieza a formarse una candidatura oficialista con Arrimadas de número uno y la vicealcaldesa de Madrid de lugarteniente

  • Albert RIvera en su discurso de ayer tras las elecciones del 10-N.

Tras la debacle electoral de este domingo, Ciudadanos empieza hoy una nueva etapa en la que Albert Rivera no tiene previsto seguir al frente del partido, según indicaron fuentes de la dirección a Vozpópuli. En este sentido, se ha empezado a pergeñar una candidatura oficialista que estaría encabezada por Inés Arrimadas y con Begoña Villacís de número dos ante la convocatoria de un Congreso extraordinario, en el que habrá que elegir al presidente del partido mediante primarias internas.

Ese tándem Arrimadas-Villacís uniría a las dos figuras más relevantes de Ciudadanos en Cataluña y Madrid en estos momentos. La primera logró ayer revalidar su condición de diputada, lo que le permitirá sustituir a Rivera en el estrado de la Cámara baja cuando la legislatura arranque, subrayaron las citadas fuentes.

Mientras, Villacís es una de las caras más conocidas dentro de la formación naranja y su condición de vicealcaldesa de Madrid le da una visibilidad y una proyección mediática que no tienen otros barones autonómicos en la actualidad.

El 'núcleo duro' de Rivera se cae

La estrepitosa caída de ayer supuso que las principales caras del núcleo duro de Rivera hayan perdido su condición de diputado. José Manuel Villegas, Fran Hervías, Juan Carlos Girauta, Joan Mesquida, Melisa Rodríguez, Ignacio Prendes, Miguel Ángel Gutiérrez, José María Espejo-Saavedra… incluso Edmundo Bal ya no estarán en la Cámara Baja en la próxima legislatura, lo que les invalida para intentar liderar el partido en las futuras primarias.

Al final, a la formación naranja sólo le han quedado de estandartes en el Congreso el propio Rivera, Inés Arrimadas, Fernando de Páramo y Marcos de Quinto como figuras relevantes. Y seis caras menos conocidas: Sara Giménez (Madrid), Guillermo Díaz (Málaga), María del Carmen Martínez (Cádiz), Pablo Cambronero (Sevilla), María Múñoz (Valencia) y Marta Martín (Alicante). Si Rivera decide abandonar el escaño, éste pasaría a Bal.

Una candidatura alternativa a la de Arrimadas y Villacís es difícil porque no tendría apoyos fuertes en la Cámara Baja para la travesía del desierto. El eurodiputado Luis Garicano estuvo ayer en la sede del partido, pero evitó salir junto a Rivera en su comparecencia pública. En un mensaje en su cuenta personal de Twitter no dio pistas de su futuro. "Viendo el crecimiento de partidos extremos, insolidarios, enemigos del consenso y el progreso que hemos construido desde el 78, me reafirmo en mi creencia de que un partido de centro, moderado, capaz de crear puentes, es más necesario que nunca", señaló.

Más crítico fue Toni Roldán, quien sigue siendo afiliado de Cs y podría aspirar a dirigir el partido, tal y como adelantó Vozpópuli hace unas semanas, u ocupar uno de los puestos más importantes en una candidatura no oficialista. En su cuenta de Twitter volvió a lamentar la ocasión perdida de los 180 escaños que tuvieron PSOE y Cs en la legislatura fallida del 28-A.

El derrumbe de ayer, al pasar de 57 a 10 diputados, provocó que el 15,8% de votos de hace seis meses se convirtiese en un pírrico 6,7%, que dejó al partido de Rivera en sexto lugar dentro de la nueva aritmética parlamentaria. La catástrofe fue de tal calibre que ERC 'sorpassó' a Cs.

Las cifras fueron demoledoras para Cs. Si en abril cosecharon 4,1 millones de votos, en la noche de este domingo superó por los pelos el millón y medio de papeletas. Es decir, 2,5 millones de votos perdidos por el camino. La debacle de Ciudadanos implicó que sólo quedase en pie en cuatro comunidades autónomas: Madrid (3 escaños), Andalucía (3), Cataluña (2) y Comunidad Valenciana (2).

Los datos de Cataluña y Madrid

Muy llamativo fue el resultado final de Cataluña. De los 1,1 millones de votos que Cs obtuvo en las autonómicas catalanas de 2017, en las que la candidatura de Inés Arrimadas quedó en primer lugar aunque no pudo formar Govern, se pasó ayer a 215.000 votos y ¡Cs cayó a la octava posición! por detrás de ERC, PSC, JxCat, En Comù Podem, PP, la CUP... y Vox. Un dato poco esperanzador para unos comicios catalanes que pueda convocar Quim Torra en cuestión de meses.

En Madrid la sangría fue similar. De los casi 800.000 votos y 8 escaños del 28-A, la formación de Rivera se precipitó a menos de 320.000 papeletas que sólo le sirven para recolectar tres actas de diputado. El panorama fue igual de sombrío en el resto del territorio, donde desapareció tanto en la España 'vacía' como en la periférica -Galicia, Asturias, Cantabria, Aragón, Extremadura, Murcia- e insular -Baleares y Canarias-.

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