"España necesita el turismo; pero el turismo necesita seguridad, el turismo necesita garantías de salud (...) Si nos precipitáramos y diéramos un paso en falso, podríamos poner en riesgo por mucho tiempo ese crédito internacional que nos ha costado décadas acumular. Y este mismo principio puede aplicarse a las restantes actividades (...) Reactivaremos todos estos sectores paso a paso, tratando de evitar las mayores recaídas posibles. Sin comprometer el control de la pandemia".
Estas palabras de Pedro Sánchez en su alocución sabatina del 16 de mayo han caducado a los nueve días. El presidente del Gobierno ha desautorizado al ministro de Sanidad, Salvador Illa, y a sus "expertos", que interpretan que la epidemia del coronavirus está lejos darse por controlada.
Y ha precipitado la apertura del turismo ante los riesgos para la economía de un verano sin campaña y el aislamiento de España frente al resto de países de la Unión Europea.
Cuarentena para turistas
Sánchez anticipó el pasado sábado la rectificación sobre el turismo. El Gobierno ha puesto fecha ya a ese anuncio. La cuarentena obligatoria de 14 días para turistas extranjeros, que se impuso mediante orden ministerial hace menos de dos semanas, se levantará a partir del 1 de julio.
La rectificación es una victoria para la vicepresidenta económica, Nadia Calviño; y las ministras de Industria, Comercio y Turismo y Asuntos Exteriores, Reyes Maroto y Arancha González Laya. Estos tres ministerios han manifestado intensamente su oposición a las restricciones impuestas al turismo.
El malestar del sector (hoteles, restauración o aerolíneas) ha ido en aumento en los últimos días al conocerse que otros países europeos elegían el camino opuesto a España. Los Gobiernos de Italia, Grecia o Portugal, rivales turísticos directos, anunciaron hace días su disposición a recibir viajeros este verano. Y la sensación entre estos ministerios y la empresas es que se estaba creando una grave desventaja competitiva.
Sánchez ha sugerido que el final de la 'desescalada' a la emergencia de la covid-19 puede ser más rápido de lo que se preveía. El acelerón puede ser también una forma de congraciarse con la CEOE. La patronal de empresarios ha suspendido su presencia en el diálogo social por el acuerdo entre el PSOE, EH Bildu y Unidas Podemos para la derogación de la reforma laboral. Es cierto que al margen del turismo no hay más certezas. Son de momento anuncios, que sin embargo indican un cambio de rumbo.
Estado de alarma y fases
El Gobierno todavía no ha precisado si pedirá una sexta prórroga del estado de alarma, y con qué grupos parlamentarios la negociará. El PP ha insistido en que es una "aberración constitucional" y volverá a votar en contra. De haber nueva ampliación, Sánchez se ha abierto a que solo afecte a parte del territorio y no al país en su conjunto.
El jefe del Ejecutivo también ha transmitido que estudia autorizar los cambios de fase en una semana y no en dos, como hasta ahora. Se trata, otra vez, de una desautorización de Sánchez a los "expertos". El 16 de mayo dijo que los 14 días para avanzar de fase no era un criterio arbitrario, sino la decisión de "la ciencia".
"Es una decisión basada en la ciencia, en el criterio de los expertos, que nos han dicho que para cada fase necesitamos 14 días, porque es ahí en ese periodo de incubación donde podemos evaluar qué efectos están teniendo las medidas de alivio que estamos tomando", dijo Sánchez hace diez días.