La repetición electoral del 10 de noviembre ha precipitado las negociaciones entre PSOE y Podemos y, en tan solo 48 horas, las dos formaciones han sellado un preacuerdo para desbloquear la formación de un gobierno de coalición. Con esta fórmula, inédita en la democracia española, se pone fin al periodo de parálisis política que ha mantenido al país en un letargo de más de seis meses.
Con este anuncio, Pedro Sánchez levanta su veto a la entrada del partido de Pablo Iglesias en el Consejo de Ministros, y contradice su propio criterio, después de reforzar durante meses la idea de que un Ejecutivo conjunto con Podemos sería contrario a la estabilidad que necesita España en este momento, toda vez que el futuro viene marcado por los ecos de la desaceleración económica y la evolución de la crisis en Cataluña.
Ese es, decíamos, el argumento que ha defendido Sánchez durante estos últimos meses, insistiendo sobre la diferencia de Podemos y PSOE en temas esenciales como la cuestión territorial.
El sueño de Sánchez
Una de las declaraciones que más eco generó es aquello de que Sánchez "no domiría tranquilo" si hubiese aceptado ministros de Unidas Podemos "sin experiencia de gestión pública", que pronunció en una entrevista de televisión en septiembre, cuando la negociación con el equipo Iglesias ya había saltado por los aires por sus desavenencias en la fórmula de gobierno, y con la convocatoria del 10-N en el horizonte.
Pero este no es el único 'sapo' que Sánchez se tendrá que tragar tras el pacto firmado hoy con el líder de Podemos. Cuando las negociaciones entre los dos partidos todavía estaban en curso, el líder socialista señaló que "el principal escollo" para la coalición era "la presencia de Pablo Iglesias en el Consejo de Ministros", un fantasma que parece que ya no persigue al presidente en funciones, en tanto que el acuerdo alcanzado este martes entrega la Vicepresidencia al líder morado.
Otro mantra que ha venido aireando hasta ahora el equipo de Sánchez para rechazar la fórmula de la coalición con Podemos es el de los "dos gobiernos en uno".
Por último, el líder socialista se ha referido en numerosas ocasiones a la posición de Podemos sobre la "autodeterminación de Cataluña" y sus calificativos a los condenados del procés como "presos políticos" para respaldar esta supuesta inviabilidad de coaligarse con Podemos en un único Ejecutivo, que hoy se demuestra perfectamente posible. En el debate se encargó de recordarlo.
?️@sanchezcastejon a @Pablo_Iglesias_: Hay discrepancia con Podemos en Cataluña. Defiende un referéndum de autodeterminación en Cataluña y que hay presos políticos y no puedo admitir eso.
Insisto en la respuesta: unidad, proporcionalidad y firmeza democrática.#ElDebate4N pic.twitter.com/Vj9qgxaDQj
— PSOE (@PSOE) November 4, 2019