Para el Gobierno de Pedro Sánchez la exhumación de los restos de Franco es solo el principio. El principio de la resignificación del Valle de los Caídos. "En unos días, cuando vuelva a abrir sus puertas, quienes accedan se van a encontrar con un lugar distinto", celebró el presidente del Gobierno en funciones en su comparecencia de este jueves desde el Palacio de la Moncloa.
"Desde hoy quienes yacen son ya todos víctimas, sólo víctimas. Cuando el Valle vuelva a abrir sus puertas simbolizará algo distinto: el recuerdo de un dolor que no debe volver a repetirse jamás y un homenaje a todas las víctimas del odio", insistió.
De su declaración institucional se deduce que el siguiente paso del Ejecutivo en Cuelgamuros afectará a los restos de José Antonio Primo de Rivera. Si bien el fundador de la Falange murió en la Guerra Civil en noviembre de 1936, algo que cumpliría con el fin del mausoleo, su cuerpo está enterrado en un lugar preeminente con respecto a las más de 33.000 víctimas.
Sánchez ha recordado que en el Valle los Caídos hay enterrados aún "34.000 compatriotas, víctimas de la Guerra Civil", un tercio de ellos permanecen sin identificar y muchos fueron trasladados allí sin el consentimiento e incluso el desconocimiento de sus familias. Esto es "una infamia que más pronto que tarde deberá también ser reparada" al igual, ha afirmado, que las "miles de fosas dispersas por toda nuestra geografía".
El informe de expertos para Zapatero
De esta forma, el presidente del Gobierno confirma que su propuesta no acaba con la exhumación del dictador, sino que sigue la estela del informe de expertos que encargó en 2011 el entonces presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
"La España de hoy tiene una deuda con esas familias. La España de hoy tiene una deuda, también, de los españoles que lucharon en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, combatiendo al fascismo en Europa. Es deudora también de quienes se vieron forzados al camino del exilio hace justamente 80 años, en el año 2019", dice Sánchez.
La identificación de víctimas y el traslado de sus restos si las familias lo solicitan son algunos de los trabajos que los socialistas se han propuesto si vuelven a ocupar el poder
La identificación de víctimas, la dignificación de sus criptas y el traslado de sus restos si las familias lo solicitan son algunos de los trabajos que los socialistas se han propuesto si vuelven a ocupar el poder después de las elecciones del 10-N, para las que solo faltan 15 días. También retirar los restos de Primo de Rivera del altar y recolocarlos en un lugar "no preeminente" de la Basílica.
El exministro socialista Ramón Jaúregui, que fue el responsable de reunir al grupo de expertos que el Gobierno de Zapatero convocó en 2011 para abordar el futuro del Valle de los Caídos tras la publicación de la memoria histórica, comenta con Vozpópuli el futuro que podría tener ahora el mausoleo.
Jáuregui apunta a un centro interpretativo
"Ahora se abre un camino para el país para decidir qué hacer", apunta. Una vez exhumado Franco, dice, hay que reubicar a Primo de Rivera. "Hay más de 33.000 personas enterradas allí según los registros, pero no todas se pueden identificar. Los siguientes pasos son la identificación de los restos que se puedan y dignificar las criptas", explica.
Jáuregui añade que hay que dar respuesta a las demandas de las asociaciones de familiares de víctimas que quieren que, una vez identificados, se devuelvan los restos a otras partes de España de los que fueron sacados.
"El Valle debería cambiar de nombre y ser un Memorial de las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista. Debería convertirse en un centro interpretativo, permitir la organización de exposiciones de la Guerra Civil, de seminarios sobre la paz, el exilio...", apunta.
El exministro socialista considera que además debería haber un espacio laico para que los visitantes puedan meditar y expresar respeto a las víctimas. "Es importante no enterrar ese lugar porque significaría olvidarnos de los restos. No hay un símbolo mejor que el Valle para expresar el abrazo conciliatorio porque allí hay víctimas de los dos bandos", zanja.