Pedro Sánchez frenó la formación de una mesa de diálogo de PSOE y Podemos para negociar un programa de Gobierno, según ha sabido Vozpópuli. La mesa iba a estar liderada por el secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos, y el secretario de Acción de Gobierno e Institucional de la formación morada, Pablo Echenique.
La creación de este foro fue una de las primeras peticiones del líder de Podemos, Pablo Iglesias, a Sánchez. El presidente del Gobierno no se negó, según fuentes conocedoras de las negociaciones. Pero tampoco hizo nada por activarla. La mesa murió por silencio administrativo.
Sánchez mantiene a Iglesias como "socio preferente". Pero los contactos entre el PSOE y Podemos se han circunscrito a los cuatro encuentros que Sánchez e Iglesias han mantenido tanto en la Moncloa como en el Congreso desde las elecciones del 28-A.
Gobierno de coalición
El resultado de las reuniones ha sido ninguno. El PSOE acusa a Podemos de limitar el diálogo a su entrada en el Consejo de Ministros. Mientras que la formación morada dice que Sánchez prefiere pactar con la "derecha" y que no hay voluntad real alcanzar un acuerdo.
Las posiciones están más alejadas que nunca. El presidente del Gobierno pondrá fecha a la investidura la semana que viene con el único apoyo del diputado del Partido Regionalista de Cantabria y la derrota prácticamente asegurada.
La manera en la que el líder del PSOE ha conducido las negociaciones ha causado un profundo malestar en Podemos. La formación morada exige un Gobierno de coalición que refleje la proporción de escaños de cada partido. Podemos obtuvo un tercio de los diputados del PSOE (42 por 123). Y pide ese tercio en el Consejo de Ministros.
Sánchez no quiere. Y hay quien piensa que tampoco busca un acuerdo global con Podemos. "Ha sido todo humo", dicen en la formación morada. El PSOE nunca ha respondido con claridad a la pregunta de por qué no se avanzaba en un programa de Gobierno mientras se discutía sobre los cargos. Ábalos aseguró hace unos días que existe como base el documento que firmaron ambos partidos después de la moción de censura y que siempre hay tiempo para volver a sentarse.
Cargos intermedios
La segunda reunión que Iglesias y Sánchez mantuvieron en La Moncloa fue la que más se acercó a una negociación, según estas fuentes. Fue el encuentro teóricamente privado que acabó filtrándose a los medios de comunicación. El Gobierno trasladó a Podemos la oferta de los puestos de responsabilidad y las secretarías de Estado.
Para Podemos era un punto de partida. Para el PSOE, el punto de destino, tal y como dijo la vicepresidenta Carmen Calvo. Nada se ha movido desde entonces. Y el último encuentro acabó en fracaso. Iglesias no prestará su apoyo a Sánchez para un Gobierno del PSOE en solitario.
Y el presidente está dispuesto a perder la investidura para presionar a todo el arco parlamentario, especialmente Podemos y Ciudadanos. Si Sánchez pierde la votación de julio tendrá dos meses para intentar formar Gobierno o los españoles volverán a las urnas en noviembre.
