Los secesionistas planean responder con una campaña sobre 'el pucherazo de Rajoy' en el caso de que no logren sus objetivos en las elecciones del 21-D, de acuerdo con informaciones independentistas. Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat, oculto en Bruselas, ha insistido en varias ocasiones en reclamarle a Mariano Rajoy y a Europa que digan "explícitamente" si respetarán o no los resultados de los comicios. En este sentido, ha subrayado que en el caso de que se produzca "una mayoría clara de votos y escaños" a favor de la separación de Cataluña, "sería imperativo que se respete".
Las dudas en torno al escenario que surja de las elecciones aumentan día a día, tal y como reflejan los diversos sondeos que manejan las fuerzas políticas catalanas. La división del espacio separatista, que no ha logrado concurrir en una plataforma de unidad al 21-D, abre la puerta a una posible sorpresa tras el escrutinio. Los rupturistas temen un aumento sin precedentes en la abstención que, en el caso de que ocurra en determinados demarcaciones, como Gerona o Lérida, podría provocar alguna sorpresa, según estas fuentes.
Rajoy, por su parte, señaló el martes en la Cope que una posible victoria independentista no tendría que conducirnos a la situación previa a las elecciones, ni tampoco a una prórroga inmediata del 155 ni menos aún a la convocatoria urgente de unas elecciones generales. "Si está en mis manos esta legislatura durará cuatro años", concluyó.
La movilización de las fuerzas democráticas, tras la proclamación de la república, ha dado aire a quienes se enfrentan al nacionalismo, que quizás opten por abandonar el tradicional 'pasotismo' de este sector de la población cuando se convocan elecciones autonómicas en Cataluña. Nadie aventura la posibilidad de un vuelco electoral drástico pero sí algunos problemas para que los separatistas consigan una mayoría absoluta de escaños, tal y como obtuvieron en 2015.
Son las 'elecciones del 155', repiten en estos círculos, donde nadie ha puesto pegas a concurrir a ellas democráticamente pero sí pueden organizar algún tipo de reacción generalizada
Ante la posibilidad de un contratiempo de esas dimensiones, ya hay dirigentes secesionistas, en el ala más radicalizada, que comienzan a hablar de una campaña para denunciar el 'pucherazo de Rajoy' en la cita electoral, convocada por el presidente del Gobierno, al amparado del artículo 155 y bajo la vigilancia y control de la Junta Electoral del Estado. Son las 'elecciones del 155', repiten en estos círculos, donde nadie ha puesto pegas a concurrir a ellas democráticamente pero sí pueden organizar algún tipo de reacción generalizada, incluso en las calles, para denunciarlas si las cosas se tuercen y no salen conforme a sus intereses.
Tan divididos están los secesionistas, sumidos en el desconcierto de las maniobras de Puigdemont, que aún no han planteado la posibilidad de invitar a observadores internacionales, como es costumbre en la casa. "De eso se encargaba Romeva, que está en prisión", señalan estas fuentes, "pero algo se prepara". Sería una estrategia a la desesperada para paliar lo que puede ser un desastre.
