Núñez Feijóo se mueve entre el mutismo y el sigilo. No desvela sus planes. No lo hará hasta el lunes, cuando los aspirantes a suceder a Mariano Rajoy deberán presentar sus candidaturas. Tendrán tres días para hacerlo. El presidente de la Xunta no se oculta. Mantiene su agenda gallega y transmite con insistencia que no abandonará su región. Sus colaboradores recuerdan que es posible alternar los dos cargos, los de presidente de Galicia y del PP. El propio Feijóo respaldó a Dolores de Cospedal en una situación similar. La presidenta del PP castellano manchego fue reelegida secretaria general del partido en el último congreso.
Las bases del PP se muestran confusas ante este escenario sin precedentes en la vida de su formación. La militancia parece respaldar a Feijóo, el eterno delfín, un barón reconocido por su trayectoria impecable y por su capacidad de ganar elecciones. Tienen dudas sobre si será el mejor rival para Pedro Sánchez en unas generales. Muchas voces reclaman una mujer para esa batalla.
Una mujer en cabeza
Es entonces cuando se dirigen las miradas hacia Soraya Sáenz de Santamaría, agresiva, alejada del aparato de Génova y con buena valoración en las encuestas. La exvicepresidenta del Gobierno parece decidida a encaramarse al 'ring' de la sucesión. Los titubeos del líder gallego le están dando alas a sus aspiraciones.
Incluso la irrupción del exminsitro García-Margallo, su enemigo directo en el anterior Ejecutivo, la espolean a dar el salto. En las últimas horas parece haber despejado ya sus dudas, señalan sus colaboradores. Santamaría sería una muy dura contrincante de Sánchez en las próximas generales, de acuerdo con lo que comentan en determinados círculos del partido. Es mujer, batalladora, lanzada, tiene buen equipo y excelente formación. "Pese a que ha estado años junto a Rajoy, no suena a continuismo", aseveran.
En el caso de no conseguir su propósito de liderar el partido en los próximos años, Santamaría abandonará la política y se dirigirá ala vida privada, donde ya tiene ofertas de importante calado.
Dolores Cospedal prefiere el papel de impulsora de la candidatura de Feijóo. También es una de las opositoras más fervientes a toda aspiración de Santamaría. La actual secretaria general está movilizando apoyos territoriales para garantizar que la exvicepresidenta no llegue a la cúspide. En el caso de que Feijóo renuncie a dar el paso adelante, podría hacerlo la propia Cospedal, quien no logra despertar una anuencia general entre la militancia. Cospedal apostó su futuro en la defensa de Rajoy en el caso Bárcenas. El expresidente se lo agradeció con un ministerio casi ornamental y con una prejubilación en el partido.
Cospedal es una de las voluntades más férreas del PP. Apoyará a Feijóo y luego pediría a cambio un puesto relevante en las listas europeas. O quizás, incluso en Madrid, donde los populares no tienen aún candidato para la Comunidad ni para el Ayuntamiento.