El Partido Popular no se volverá a sentar a la mesa del pacto migratorio de forma inmediata. Como mínimo no esta misma semana, como pretendía el Gobierno, cuando el ministro Ángel Víctor Torres remitió una carta a Úrsula Von der Leyen exponiéndole la situación en España. Una misiva que, tal como avanzó el pasado sábado Vozpópuli, ha causado un profundo malestar en el Gobierno de Canarias, formado por Coalición y el PP. Consideran “indignante” el contenido de la carta, ya que no repara en la gravedad que vive el archipiélago.
El ministro, que anteriormente fue presidente del Gobierno de Canarias, hace un repaso a través de cuatro páginas de las acciones que desarrolla el Ejecutivo con la migración en España. Incluso propone favorecer el tráfico de migrantes de forma regular, cuando vengan a ocupar puestos de trabajo determinados, o tratar el fenómeno migratorio con perspectiva de género. Varias iniciativas entre las que no se recoge un reparto de los miles de migrantes, muchos de ellos menores, que se hacinan en Canarias y para los que la solidaridad europea es clave para su desarrollo vital en suelo comunitario.
Aunque Ángel Víctor Torres firmó la carta el pasado 29 de octubre, día en el que se produjo la catástrofe en Valencia -no se desplazó hasta allí tres días más tarde-, su equipo no la registró en la Comisión Europea hasta dos semanas más tarde, el 12 de noviembre. “Un tiempo perdido”, dicen en Canarias, que “demuestra que solo ha sido una maniobra de distracción para abdicar de sus obligaciones una vez más”. Fuentes gubernamentales consultadas por este periódico reconocieron, este fin de semana, que con la carta Torres buscaba sentar de nuevo al PP en la mesa.
El PP tacha la misiva de "ridícula y vergonzosa"
El vicepresidente del Gobierno de Canarias y presidente del PP en las islas, Manuel Domínguez, tildó este lunes de "ridícula y vergonzosa" la carta que remitida por Ángel Víctor Torres a von der Leyen. "Lo hizo para reírse de todos", afirmó, tras un acto oficial en la Presidencia autonómica. Dominguez confesó su "frustración" y "cabreo" por la supuesta falta de concreción en las medidas que necesita el archipiélago. Pese a ese enfado, y la utilización por parte del Gobierno de la crisis migratoria, Domínguez pedirá a Génova que en las próximas semanas vuelvan al carril de la negociación. Aunque no ahora mismo.
Según Domínguez, en el documento de cuatro páginas, "poco menos" el ministro le dice a la presidenta de la Comisión que "no hace falta" que mire hacia España porque se está "haciendo todo bien" y no hace falta ayuda. "No habla de Frontex, no habla de la ayuda para resolver los excedentes de asilo político, no habla de ese dinero que está en Europa que es para Canarias y que España no lo ha solicitado, no habla de la derivación de menores no acompañados a países terceros, no habla de la posibilidad de poder repartir en países de tránsito y en países de origen", afeó.
Manuel Domínguez indicó que aunque la situación no es de su agrado, el PP "va a estar a la altura de lo que merecen los canarios y los españoles" y "personalmente" ha prometido que va a poner "toda la carne en el asador" para "hacer ver" que Canarias necesita ayuda. Domínguez ha lamentado tener "razón" al atestiguar que el "Gobierno de España no quiere acuerdo". El popular ha insistido en que el PP "lo va a seguir intentando".
El Gobierno canario reclama un acuerdo
El portavoz del Gobierno de Canarias, Alfonso Cabello, aseguró este lunes a preguntas de Vozpópuli que "no es una carta que agrade" la enviada por el ministro de Política Territorial a la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen. Cabello recordó que en la administración regional de las islas "estamos pendientes de que nos convoquen" para abordar la situación de emergencia. Cabello exhortó al resto de gobiernos autonómicos a buscar una solución. Además recordó que después de "15 meses seguimos discutiendo", a la espera de una reforma de la Ley de Extranjería, que pueda dar luz verde al reparto de menas por el resto de España.
En las islas hay 41.000 inmigrantes irregulares que han llegado por vía marítima. Solo en noviembre, 846 eran menores no acompañados. El portavoz autonómico reseñó que "nosotros somos optimistas, no nos podemos permitir otra cosa en este ambiente de crispación". El portavoz del Gobierno autonómico agregó que Canarias va a mantener la idea de "descomprimir", gracias a un acuerdo multilateral con el Ejecutivo central y las autonomías.
Actualmente, no hay fecha para reunirse antes del 13 de diciembre, cuando se celebrará en Santander la Conferencia de Presidentes.
Clavijo manda un SOS
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, lamentó este lunes que Canarias soporta en solitario el peso de la migración procedente de África. El presidente afirmó que las islas “suponen un muro de contención para más de 5.400 menores y el cementerio de miles de vidas truncadas”. La semana pasada se contabilizaron 600 embarcaciones que han llegado este año a las islas, superando los datos del pasado 2023 y “lo triste es que hemos normalizado los récords y cronificado la emergencia y eso cuando hablamos de vidas, de personas y de derechos humanos que se incumplen, es inaceptable”, denunció el presidente canario. “España y Europa no pueden seguir sin actuar en su frontera sur porque la migración no es un problema, lo es la falta de gestión, deben asumir un plan de acción integral coordinado porque no hay muro ni valla que frene la esperanza de la persona que no tiene en su país opciones para vivir" proclamó.
En este sentido, el presidente de Canarias reclamó “que no pueden seguir de espectadores, deben convertirse en actores como lo es el pueblo canario y cada uno de los que intervienen en este seminario desde su ámbito profesional o institucional”. El director de Casa África, entidad del Ministerio de Asuntos Exteriores en Las Palmas, José Segura, ha señalado este inicio de la última semana del mes de noviembre de 2024 "lo que más me preocupa del fenómeno migratorio, es la geopolítica. Lo que está ocurriendo en el área del Sahel, es dramático. Los jóvenes huyen de movimientos integristas y sus desplazamientos desorientados los llevan al Atlántico, subiéndose a un cayuco y desplazándose hacia lo que ellos llaman Europa, precisamente para alcanzar libertad”. El director de Casa África incidió en que “los que llegan a bordo de cayucos no son nuestros enemigos, son gente necesitada de auxilio, de ayuda y de cooperación”.