La dimisión de la presidenta de Vox en Sevilla, María José Piñero, no es un caso aislado. Su marcha del partido se suma a una oleada de dimisiones de presidentes y cargos provinciales en varias comunidades autónomas. Sobre todo en Andalucía, donde reinan las comisiones gestoras controladas desde Madrid.
Ha transcurrido poco más de un año desde que el Parlamento andaluz se convirtiese en la primera conquista del partido liderado por Santiago Abascal. El 2 de diciembre de 2018 -y para sorpresa de los demoscópicos y de sus adversarios políticos- la formación logró 12 escaños en la región irrumpiendo por primera vez en las instituciones tras varias derrotas electorales.
Vox ha conseguido que varias de sus medidas y iniciativas obtengan el respaldo del Gobierno andaluz en todo este periodo. A cambio han propiciado que los presupuestos salgan adelante, entre otras propuestas. La relación entre el Grupo parlamentario capitaneado por Alejandro Fernández con el PP y Ciudadanos goza de mejor salud que la de los responsables de estas mismas fuerzas en la Asamblea de Madrid.
Sin embargo, también ha habido numerosos quebraderos de cabeza. El partido ha visto cómo estallaban crisis internas por casi todas las provincias. Una de las más sonadas fue la dimisión en bloque del comité ejecutivo provincial en Cádiz el pasado 16 de enero.
El hasta entonces presidente Juan Carlos Sanz y su equipo decidieron plantar al partido "por discrepancias con la dirección nacional". Según los estatutos de Vox, la dimisión de al menos la mitad de los miembros de un comité ejecutivo provincial implica su disolución.
Almería, Jaén, Granada...
A principios de febrero, siguiendo el modus operandi que la formación viene repitiendo en todas las provincias, el partido nombró una comisión gestora provincial (COGEP) con un primer espada nombrado directamente por la cúpula nacional del partido.
Santiago Abascal también decidió disolver su dirección provincial en Almería -uno de los bastiones del partido- a causa de las "tensiones internas" y nombrar una gestora. La dirección nacional de Vox reconoció que el partido atravesaba "un momento sensible" y que la gestora tenía que centrarse en el "fortalecimiento" de la estructura provincial.
Vox Jaén también experimentó una crisis de gran envergadura. Su comité ejecutivo quedó disuelto tras haberse producido dimisiones en más del 50% de sus miembros originales. ¿El motivo? Las "desavenencias con Salud Anguita", la hasta entonces presidenta provincial. Después se nombró una gestora la propia Anguita al frente.
Vox Jaén experimentó otra crisis de gran envergadura. Su comité ejecutivo quedó disuelto tras la dimisión de más del 50% de sus miembros originales
En Granada también hubo una crisis interna. El expresidente provincial de Vox Julio Vao fue cesado tras publicarse en en los medios que fue condenado por estafa en 2006. El partido creó otra comisión gestora con el empresario Manuel Martín como presidente interino.
Ahora, la presidenta de Vox Sevilla ha decidido abandonar el barco. A través de una carta enviada a los afiliados del partido, María José Piñero asegura que "hace ya mas de un año se ha creado en Vox Sevilla una estructura paralela al margen de la voluntad democrática de los afiliados".
"Por fidelidad al ideario original de Vox he aguantado, esperando que el partido reaccionara y fuera leal conmigo, con sus directivos y sus afiliados. Cuan equivocada estaba hasta el punto de darme cuenta de que, este gobierno del partido paralelo, ha estado prefiriendo perjudicar al partido con tal de desplazar y retirar a cualquier persona que pudiese destacar por trabajadora, inteligente, preparada y capaz que fuese", explica en su escrito.
Filas que provienen de la sociedad civil
Según Piñero, el proyecto ha tomado "una deriva que no ha gustado a nadie, basada en relaciones de poder, soberbia y miedo". Además, Piñero recalca la posibilidad de que existan irregularidades económicas en el partido, un extremo que Vox ha desmentido.
Fuentes del partido atribuyen la lluvia de dimisiones en distintas provincias a que su formación está copada por personas de la sociedad civil. "No son políticos profesionales. Algunos llevan mejor que otros la presión política y otros se ven superados, pero nada más allá del habituarse a una dinámica que en ocasiones exige de una dedicación especial", apuntan.
Vox respondió a la carta de Piñero agradeciendo el "gran trabajo" desempeñado por la ya expresidenta de Vox Sevilla y reprochándole "el error en el que ha incurrido al realizar una comunicación a los afiliados que puede generar una alarma innecesaria y que no se ajusta a la realidad de la situación de Vox en la provincia de Sevilla".
Elecciones provinciales
Según Vox, la expresidenta de Vox en Sevilla siembra dudas sobre el uso de los recursos económicos del partido en la provincia de Sevilla. "Las cuentas de la formación en el conjunto de España están auditadas y sometidas a todos los controles legales que establecen la legalidad escrupulosa de las mismas", defienden.
La formación de Abascal hace hincapié en que durante la próxima Asamblea General que se celebrará el 7 y 8 de marzo se hará público un informe de la gestión económica "que se encuentra auditada por una auditoría externa al partido y que se somete también al control del Tribunal de Cuentas".
En caso de dudas sobre el uso de los recursos económicos, dicen, María José Piñero podría haber recurrido al Comité de Garantías, "antes de sembrar un alarmismo injustificado". Vox también niega que exista "una estructura paralela al CEP de Sevilla".
Esa misma Asamblea será la encargada de aprobar la convocatoria de elecciones provinciales. Hasta entonces, las gestoras continuarán pilotando las distintas provincias y constatando la debilidad territorial de una formación que, en cambio, goza de un gran peso en el Congreso de los Diputados.