UPN solo 'sobrevivirá' en el Congreso de los Diputados si el presidente del partido, Javier Esparza, perdona a los diputados díscolos Sergio Sayas y Carlos García Adanero. Después de confirmar que ambos parlamentarios habían incumplido el mandato procedente de Pamplona, votando en contra de la reforma laboral, Esparza ha convocado al órgano de dirección de UPN para expulsarles. Una decisión que haría desaparecer a UPN del Congreso... y daría un escaño extra tanto a PP como a Ciudadanos.
Así lo confirman a Vozpópuli fuentes próximas a UPN, que recuerdan el acuerdo con populares y naranjas en 2019 para ir juntos a las elecciones generales bajo la marca de Navarra Suma. Los tres partidos acordaron que los dos primeros puestos de la lista fueran para Sayas y Adanero, pero las siguientes candidatas fueron de PP y Cs, y no de la Unión del Pueblo Navarro.
Se trata de Cristina Sanz Bravo, del Partido Popular, y de Sonia Pérez, de Ciudadanos. Ambas ocuparon los puestos 3 y 4 de la lista de Navarra Suma tanto en las generales de abril de 2019 como en la repetición electoral del 10 de noviembre de ese año. Ahora, si Sayas y Adanero dejan el escaño, como les reclama Esparza, se convertirían en diputadas.
Sayas y Adanero, "no adscritos"
Esa renuncia, sin embargo, parece totalmente descartada por ambos diputados de UPN. Tal y como publicó Vozpopuli pocos minutos después de la votación de ayer, y ha confirmado el propio Sergio Sayas en las entrevistas concedidas en las últimas horas, ni él ni García Adanero piensan entregar el acta de diputados.
Esparza, consciente de esa postura, ha convocado a los máximos órganos directivos del partido, la ejecutiva y el consejo político, para forzar su expulsión inmediata. Esa decisión, en todo caso, solo provocará que tanto Sayas como Adanero figuren como "diputados no adscritos", dentro del Grupo Mixto, en vez de como representantes de UPN.
La única vía, por tanto, para que la Unión del Pueblo Navarro mantenga su representatividad en el Congreso es que Esparza perdone a los dos diputados díscolos. Una opción que, según las fuentes consultadas, parece muy lejana.
