La reunión secreta entre Juan Bravo y José Alberto Pradera, revelada ayer por Vozpópuli, no es la única que se ha producido entre el PP y el PNV en las últimas semanas, previas al debate de investidura de Feijóo. Más allá de la cumbre entre el candidato a la presidencia del Gobierno y Andoni Ortuzar, se han producido otras conversaciones, tanto presenciales como telefónicas, para tratar de 'cortejar' a los nacionalistas vascos. En ese intento, los populares utilizaron el artículo de opinión de Urkullu publicado un día después de hablar con Feijóo, y un informe de empresarios vascos para conocer mejor las pretensiones de la formación jetzale y de los grandes ejecutivos de la región.
La 'carta abierta' del lehendakari, difundida por El País el pasado 31 de agosto y titulada Autogobierno vasco y modelo plurinacional del Estado. Si hay voluntad, es posible el acuerdo, recoge las principales reivindicaciones del PNV en los últimos años.
Entre ellas, poner en marcha un "pacto o concierto bilateral con el Estado", "celebrar una convención constitucional en el plazo de un año para analizar el alcance actual y futuro de la disposición adicional primera de la Constitución”, “el autogobierno de las comunidades de raíz foral, y "pactar una interpretación constitucional específica que, sin necesidad de modificación previa de la Constitución, hiciese posible un avance sustancial en el carácter plurinacional del Estado".
La respuesta del PP a esa propuesta fue clara y contundente: "El partido no aceptará ninguna propuesta que implique que haya unos españoles de primera y otros de segunda”. Se sumaron a esa postura dirigentes autonómicos como Juanma Moreno y Javier Lambán, y los populares dieron por cerrado el asunto. No obstante, en las reuniones con los nacionalistas vascos, "sí se ha destacado que se pueden dar pasos dentro de la Constitución". Algo que defendió Urkullu y también dirigentes autonómicos del PP, como el ya citado presidente de la Junta.
El informe de empresarios vascos
Ese "diálogo dentro de la Constitución" ha sido reivindicado por el PP en las conversaciones mantenidas con los interlocutores del PNV durante las últimas semanas, pero los populares tenían claro que a los nacionalistas vascos también había que llevarles propuestas económicas. Y así lo hicieron.
Tal y como informó ayer Vozpópuli, en la reunión entre Juan Bravo y José Alberto Pradera, ambos interlocutores coincidieron en que el actual cupo vasco es "mejorable", aunque desde Génova explican que no se habló de forma explícita de un "incremento" del mismo. También se habló de infraestructuras como el AVE y el Cercanías y también del llamado 'tren topo', el suburbano que conecta San Sebastián con localidades cercanas de su provincia y con la ciudad francesa de Hendaya (Pirineos Atlánticos).
También se abordó la inversión en diferentes industrias, más allá de la planta de la primera planta de hidrógeno verde de España en Amorebieta. Entre otros sectores, se habló de la industria automovilística en el País Vasco, que experimenta un 'parón' preocupante para los empresarios de la región.
Esa preocupación, como "otras muchas" está reflejada en un informe realizado por un foro empresarial, integrado por altos directivos vascos de empresas como Repsol, Indra, Acerinox, Deloitte, Schneider Electric Iberia y Grupo Velatia, entre otros.
En ese documento, que manejaron los interlocutores del PP con el PNV, estos empresarios afirman que "estamos bien, pero no ocupamos posiciones de liderazgo", y piden, entre otras cosas, "fortalecer la competitividad regional", "recuperar el peso económico y empresarial perdido en la economía española", "reforzar el arraigo industrial y crear los nuevos vehículos de inversión para el futuro" y "mejorar las conexiones ferroviarias y aéreas".
Vox pide explicaciones
Algunas de estas reivindicaciones de los empresarios vascos fueron atendidas por el PP y puestas encima de la mesa en las reuniones mantenidas con representantes del PNV en las últimas semanas. Respecto a la desvelada por Vozpópuli entre Juan Bravo y José Alberto Pradera, las fuentes consultadas destacan la buena sintonía entre ambos durante un encuentro, con almuerzo, que se prolongó más de dos horas.
Esa cumbre, en todo caso, ya ha provocado reacciones en el Congreso de los Diputados. La portavoz de Vox en la Cámara Baja, Pepa Millán, ya ha pedido explicaciones al PP:
Los cargos del PP consultados admiten que cualquier conversación sobre el cupo vasco es "delicada" y puede convertirse en "arma política" para cualquier otro partido: "Es lógico hablar con el PNV del cupo porque el último plan quinquenal, de hecho, lo aprobó Rajoy. Pero nuestros rivales pueden echarnos en cara que hablemos de la igualdad entre todos los españoles mientras apostamos por mantener el concierto económico".
Beeblebrox
Feijoo está siendo inteligente y en su investidura tendrá ocasión de rematarlo. Para eso tiene que dirigirse expresamente a los vascos y catalanes por encima de sus partidos y decirles a PNV y Junts que están fallando a muchos de sus electores. Incidir en que junto a los pinganillos y dinero e impunidad para unos cuantos quinquis la opción por Sánchez les impondrá un régimen de extrema izquierda que les llevará la miseria, la violencia y la inseguridad que no convienen a nadie. Poner en valor el sacrificio que ha hecho hasta ahora negándose a etiquetar al voto regionalista como enemigo al que no se le da ni agua. Dar ejemplos de cosas interesantes para vascos y catalanes que sí daría junto a ejemplos claros de cosas (indultos e impunidad penal para delincuentes, tolerancia con las vulneraciones de los derechos humanos de los escolares, permitir que unos españoles sean convertidos en autistas privándoles de la herramienta con la que pueden comunicarse con otros españoles...) que no se pueden tolerar. Puede haber partido