A Metro de Madrid no le salen las cuentas, o al menos no con tanta facilidad como antaño. El servicio público madrileño, con el actual y descontrolado precio de la luz, ha visto cómo su factura eléctrica se ha disparado hasta los 800.000 euros diarios, lo que ha llevado a la Comunidad de Madrid a elaborar unas previsiones de 268 millones de euros en consumo de energía a final de año. Esta cifra casi quintuplica el gasto del año 2020 y supone casi un 19% del presupuesto anual del servicio, cifrado en 1.495 millones de euros.

Para paliar esta situación, el Gobierno de la Comunidad de Madrid ha decidido reducir el número de trenes y aumentar los tiempos de espera, aunque de una forma mínima, según las cifras oficiales: en hora punta se ha pasado de 324 trenes a 311, lo que implica una reducción del 4%. En horas valle también se ha producido recortes, en este caso del 10%, aunque según defienden desde la consejería de transportes, estos son menores "a la caída del número de viajeros actual". El número de usuarios de Metro se ha reducido en hora punta un 20% y en horas valle, un 10%.

El enfado de los ciudadanos madrileños es evidente, pero desde la Comunidad de Madrid señalan un culpable: el Gobierno de la Nación. En palabras de David Pérez, consejero de transportes de la región, la Ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha hecho 'oídos sordos' a sus peticiones, que básicamente han consistido hasta la fecha en pedir dinero para poder costear el sobrecoste de la luz sin reducir el servicio a los ciudadanos.

"No hemos recibido el más mínimo apoyo para poder sostener la actividad de metro o la red de autobuses, que es público-privado", señaló Pérez ante los medios de comunicación el pasado viernes. También ha desvelado que ha solicitado "una reunión con la ministra" cuyo resultado ha sido el silencio. Es por esto, que en el Gobierno regional existe cierta sensación de hastío: "Tendremos que seguir trabajando como solemos hacer en la Comunidad de Madrid, buscándonos la vida nosotros mismos porque no podemos esperar nada del Gobierno de la Nación". Otra de las peticiones que ha solicitado el consejero de transportes es "un fondo de compensación que no ha sido atendido", según fuentes de la consejería de transportes.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid considera necesario que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tome las riendas, ya que de ello dependen no solo los usuarios, sino también el sector privado. Según David Pérez, la subida del precio de la energía y combustibles requiere que desde la ejecutiva de Pedro Sánchez haya "un mayor compromiso" para "paliar las consecuencias en estos sectores sobre el empleo, la producción o la actividad". Denuncia además que "muchas de las empresas concesionarias, más de 30, están pasando serios apuros" a consecuencia del coste energético.

Fuentes de la consejería de transportes señalan a Vozpópuli que Metro es sostenible gracias a una gestión económica "eficiente" y a una serie de medidas relacionadas con los procedimientos operativos y de mantenimiento para "aumentar la productividad". En los últimos diez años, según estas informaciones, Metro ha logrado aumentar también su eficiencia, ya que ha logrado reducir un 30% el gasto energético en instalaciones y trenes. Todo esto permite, según cifras oficiales, que al cierre de 2022 el coste financiero sea inferior al 1% anual sobre la deuda contraída.

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