La investigación abierta en el caso Tándem por los encargos de BBVA a José Manuel Villarejo encara su recta final con el foco puesto en Francisco González. Primero fue José Ignacio Goirigolzarri el que deslizó que es el presidente el que tiene la facultad de contratar al proveedor y tras él se ha pronunciado Antonio Béjar. El exdirectivo secunda al exCEO del BBVA al apuntar que el entonces presidente ordenó la contratación de estos servicios de inteligencia. Ahora bien, ninguno le vincula directamente con el comisario jubilado.
Las últimas diligencias practicadas en esta investigación antes de proceder a su fin van encaminadas a esclarecer quién ordenó contratar con las empresas de Villarejo. De todos los clientes VIP que captó el policía, BBVA se convirtió en uno de los mejores. Se cerraron más de una decena de encargos entre 2004 y 2017 por los que pagaron 10,2 millones de euros.
Hasta el momento todas las miradas se han centrado en el departamento de Seguridad del BBVA (bajo las órdenes entonces de Julio Corrochano) y en Antonio Béjar. Este último se desligó de la estrategia de defensa seguida por los imputados en la pieza y comenzó a colaborar con la Fiscalía Anticorrupción. El cambio provocó su cese fulminante como presidente de Distrito Castellana Norte y el inicio de una guerra que terminó con la investigación interna señalándole por el papel activo en este asunto del departamento de Riesgos que dirigía.
Las facturas del BBVA
Tras la declaración este lunes de Goirigolzarri -en la que descargó toda la responsabilidad en el entonces director de Medios Ángel Cano- ahora Béjar remite un escrito a la Audiencia Nacional en el que reitera que el presidente del banco entonces, Francisco González, autorizó contratar con una empresa de inteligencia. En el documento, al que ha tenido acceso Vozpopuli, su defensa aprovecha para actuar contra PwC (el auditor interno que contrató BBVA y que le achaca estos trabajos) y también para defender la legalidad de las contrataciones.
La contratación de Cenyt era perfectamente legal y no vulneró norma alguna ya que se ordenó por quien tenía las facultades para ello; el presidente
Según sostiene, costear algunos servicios de la entidad al margen del departamento de compras no es irregular ni ilegal. Al respecto distingue las contrataciones que se siguen en el departamento de compras de las que se gestionan en la Dirección Financiera. Mientras las primeras constituyen el grueso y requieren de presentación de facturas antes de proceder al pago, las segundas se limitan a los "asuntos que requieren la debida confidencialidad".
Precisamente fue este área la que gestionó la contratación de Villarejo. Frente a la tesis de Anticorrupción, que sostiene que se saltaron la normativa interna para camuflar los pagos al comisario, Béjar asegura que este modo de proceder es perfectamente legal dentro de la entidad. Tanto es así que en su escrito sostiene que de los correos electrónicos analizados ha encontrado "dos claros ejemplos" de pagos mediante facturas financieras. Uno sería el relativo a los trabajos de Kroll (otra agencia de inteligencia contratada por BBVA antes que Villarejo) y el otro los servicios de un "importante despacho de abogados".
'Goiri' abre la veda
En relación a Kroll, este exdirectivo de BBVA apunta que la contratación y el pago no se hizo desde el departamento de compras, sino que "fue ordenado por el presidente del banco" y ratificado por el exconsejero delegado José Ignacio Goirigolzarri "como él reconoció en su declaración de 30 de mayo", dice. De esta forma recoge el testigo del exconsejero delegado del BBVA que en su comparecencia negó haber tenido conocimiento alguno de los proyectos de Villarejo.
De hecho, ninguno de los exaltos cargos del banco que ha desfilado hasta el momento por la Audiencia Nacional por este asunto ha admitido su vinculación con el comisario jubilado. Si bien Corrochano reconoció que le conocía de hacía tiempo dado su pasado como policía, matizó que pensaba que no estaba en activo sino en excedencia, tratando así desligarse del delito de cohecho. Béjar también se desvinculó del agente encubierto, aunque sí mantiene que las facturas eran legales y que estos servicios se autorizaron desde Presidencia
De esta forma, todas las miradas apuntan a la cúpula del BBVA antes de que asumiera la presidencia Carlos Torres. No obstante, ni Goirigolzarri ni Béjar vinculan a Francisco González con Villarejo, sino que se limitan a decir que él tenía autoridad para ordenar estos contratos. Una teoría que defendió el propio Francisco González en su interrogatorio ante el juez a finales de 2019.
Béjar contra el BBVA
El banquero admitió la decisión del BBVA de contratar a una empresa de inteligencia para hacer averiguaciones patrimoniales de clientes morosos y otras operaciones que consideraban peligrosas para el banco. Ahora bien, en ningún caso dijo que conocía el proveedor seleccionado ya que no forma parte de sus funciones. Esta gestión, dijo, corresponde al departamento de Seguridad.
Ahora Antonio Béjar reitera esta teoría y arremete contra el BBVA por atribuirle directamente la responsabilidad de contratar con Villarejo. "La entidad se encarga con gran celo de aportar pantallazos para demostrar que las facturas del grupo Cenyt no constan en el sistema informático que da soporte a los procedimientos internos del área de 'compras' (plataformas Acoge y GPS), dando a entender que ello constituye una irregularidad", dice Béjar, que matiza que es normal que no figurasen.
"La dirección pagó las facturas de Cenyt porque era plenamente consciente de que esas contrataciones habían sido ordenadas por persona con poderes delegados (Corrochano). La persona encargada no era ni más ni menos que su máximo representante. A nadie debía obedecer sino a su jefe jerárquico y único, el presidente de la entidad (...). Todo esto se ha tergiversado ante el Juzgado. Si se admitiese que la Dirección Financiera pagó con plena normalidad durante años quedaría al descubierto la falsa estrategia de culpar al señor Béjar y las debilidades del gobierno corporativo", concluye su defensa.
Pelosi
Nunca el BBV pudo llegar más bajo ni FG llegar más alto que cuando fue presidente del banco.